El ibicenco Toni Vingut se hace un selfi para Periódico de Ibiza y Formentera, ayer en un hospital de Riad.

Toni Vingut (Ibiza, 24-12-1975) se encuentra en un hospital de Riad, en Arabia Saudí, recuperándose de las lesiones sufridas por culpa de un accidente en el inicio del Rally Dakar, del cual no recuerda nada. El piloto ibicenco de la categoría de quads aseguró ayer estar «muy bien» y lamentó que su adiós a la competición se produjera tan pronto.

¿Cómo se encuentra ahora mismo?
—Pues estoy en la cama del hospital. No paran de hacerme pruebas. La verdad es que estoy impresionado con los hospitales de aquí. Controlan todo. En ese aspecto, me encuentro muy tranquilo y muy bien. Estoy sorprendido con el servicio. Nos están tratando superbien.

¿Cuánto tiempo permanecerá allí y cuánto necesitará de recuperación?
—No sé cuánto tiempo estaré aquí. Ha venido gente de la organización para ver cómo estábamos, porque quieren organizar un vuelo para repatriar a gente. Hay varias personas lesionadas. Yo creo que antes de que acabe el rally, en unos días, estaré de vuelta.

¿Recuerda el momento del accidente?
—No me acuerdo, pero sí he visto el sitio. Te cuento lo que noté. Estaba corriendo normal y, de repente, me encuentro debajo del coche. Y yo pensaba: «¿Qué hago aquí?». No sé cómo me caí, pero me lo puedo imaginar. Era una zona de arena con piedras llanas. Posiblemente, pisé una, se giró 90 grados y se apoyase debajo del chasis, por lo que me catapulté hacia arriba. No lo sé. Nadie ha podido contarme cómo ha sido. Había gente ayudándome. Yo estaba aturdido y me encontré que vino el helicóptero a rescatarme.

¿Qué se le pasa a uno por la mente tras una accidente en mitad del desierto?
—Es que no he tenido conciencia de haber tenido un accidente. La gente me decía que me quedara en el suelo, pero yo quería levantarme. Como anécdota, recuerdo que tenemos un aparato de la organización en el vehículo que es de seguridad y se comunican ellos con nosotros. Si ven que te paras, es por una avería o te has caído. Ellos preguntan. Suena como un teléfono de manos libres y te preguntan: «¿Te has caído?». Si les dices que tienes una avería, perfecto. Yo recuerdo que sonaba y a mí me parecía que les decía: «Sí, estoy bien». Y los demás me decían: «¿Que vas a estar bien? Que no». Yo no pedí socorro. Lo pidieron por mí. Vino un helicóptero médico. Yo no quería llamarle. Por mí, yo habría seguido corriendo, pero me dijeron que ni hablar. Tampoco sabía que estaba tan mal. Me di cuenta poco a poco, al recuperar la conciencia.

A pesar de todo, lo primero que hizo es dejar claro que ya piensa en la próxima edición. ¿No se le pasó por la mente en ningún momento parar y tomarse un año sabático?
—Un año sabático me voy a pegar porque el próximo es de aquí a un año (risas). El problema es que en diez días no me voy a recuperar, sino seguía. Me estoy perdiendo todo.

Igual esto le sirve para volver más fuerte, con más experiencia y sabedor de qué errores no cometer.
—De los errores se aprende. El problema es que no he visto el error porque no recuerdo nada. De todas formas, todos tenemos siempre asumido que esto puede pasar. Lo que pasa es que no quieres que te pase y, si tiene que pasar, pues que sea al final para haber disfrutado unos días.

¿Lo peor es que haya sido tan pronto?
—Eso no te lo puedes ni imaginar. Que haya pasado nada más empezar es lo peor de todo con diferencia. Además, me acabo de enterar que, después, venía una sección muy chula. Eso ya fue para rematarme. Me lo comentó un compañero de quads.

¿Es más doloroso el accidente en el aspecto físico o psicológico?
—Psicológico, sin duda. Hay mucha gente que me ha apoyado y no he hecho aquello en lo que habíamos quedado.

Este año hubo una veintena de participantes en quads y había dos españoles. ¿Servirá eso para animar a más?
—Con Àlex Feliu he estado en contacto antes de empezar el rally y pensábamos que iríamos juntos. Nos hemos tenido que separar, pero espero que le vaya muy bien. Habría sido un apoyo bueno estar los dos juntos corriendo.

No sé si está al tanto de todo lo que está ocurriendo en el Dakar. ¿Qué opinión le merece lo sucedido en coches con el roadbook y la no descalificación de Nasser Al-Attiyah?
—Pues estoy bastante desconectado, porque no me encontraba bien. No paro de recibir mensajes de amigos e incluso de gente que no conozco. No doy abasto. Tengo ganas de ponerme al día, pero aquí no hay tele. Tampoco tengo un acceso fácil a internet. Me entero de cosas que la gente me dice por WhatsApp. He oído algo de eso, pero no te puedo decir nada.