Ton Ripoll salta para evitar una entrada. | Marcelo Sastre

La Peña Deportiva se reencontró ayer con el triunfo en Santa Eulària. Los de Manolo González superaron al Badalona por un claro 3-0, en un duelo trabado y con muchas interrupciones, que se decidió en la segunda parte y en el que no fue nada sencillo progresar y crear fútbol. En una mañana fría y con viento, el encuentro arrancó con dos equipos que se medían el uno al otro. La primera ocasión y muy clara llegó antes del minuto 10.

Robe Moreno se desmarcó al espacio y recibió un buen pase en profundidad, pero en el mano a mano Alejandro Sánchez le ganó la partida y consiguió desviar el balón a córner. En el saque de esquina, Cruz remató con violencia. El balón golpeó en la mano de un defensor, pero el árbitro no lo vio y el penalti se fue al limbo.

Era una batalla total. A los dos equipos les costaba progresar. La presión era intensa y el balón volaba de un campo a otra. Las continuas faltas paraban el juego. La Peña le intentaba poner algo más de sentido, pero lo cierto es que no encontraba las vías para avanzar con el balón controlado. En el minuto 27, un remate de cabeza de Ramón López no terminó de inquietar al portero catalán. Poco ocurría en las áreas.

Aún así, el gol pudo llegar en el 34. Chinchilla le regaló el cuero a Ramón López, que con todo para marcar, con el portero ya vencido, disparó con demasiada potencia y el balón se fue por encima de la portería para desesperación de los aficionados que se llevaron las manos a la cabeza.
La última de la primera parte la tuvo el Badalona. Sascha remató de cabeza y el esférico se estrelló en el larguero. No hubo tiempo para más en una primera parte que no pasará a la historia del fútbol.
Cambio radical

La segunda parte fue pasar de la noche al día. No había transcurrido ni un minuto de juego cuando Arnau se sacó un zapatazo para poner el 1-0 en el marcador. Golazo. Seguramente Manolo González hubiese apretado a los suyos en el vestuario porque esta reanudación fue una cosa totalmente diferente. Arnau pudo marcar el segundo en el 53, con un disparo de falta que tocó en la barrera y se fue fuera por muy poco.

El empate estuvo en las botas de Jaume Pascual a la hora de juego. El delantero aprovechó una indecisión de Seral para rematar en la frontal del área pequeña. Afortunadamente para los intereses peñistas, el balón se marchó rozando el palo. Difícil tener una ocasión más clara. El 2-0 y la tranquilidad llegaron en el 73. Chinchilla convirtió un mal pase en un buen gol. El 11 se revolvió rápido y sacó un potente disparo que sorprendió por el primer palo a un Álex Sánchez, que no estuvo fino. La Peña se veía más cerca de romper su mala racha en casa.

Las buenas noticias se sucedieron, pues Joan Piera volvió al campo tras perderse unos cuantos partidos por lesión, una baja sensible que acusó y mucho el plantel de Mano González. Apenas llevaba un par de minuto sobre el campo cuando aprovechó un magnífico centro de Ton Ripoll para marcar a placer y sentenciar el encuentro.

El Badalona no se rindió y apretó en busca de un gol que les metiese en el partido. Lo pudo lograr en una acción de Miguel que se encontró con una buena parada Javi Seral. Poco después, el propio Miguel se topó con la madera en un magnífico lanzamiento que se estrelló en la cruceta.

Lo que era una buena noticia se convirtió en preocupación, pues Piera se tuvo que retirar resentido de sus molestias, dejando a su equipo con un menos. Fue lo peor de un partido que acabó sin que ocurriese mucho más. La Peña vuelve a ganar en Santa Eulària y aprovecha los pinchazos de los cuatro primeros para acercarse a los puestos de playoff.