David Goldar sonríe tras marcar ante el Huesca el sábado. | Marcelo Sastre

Cada vez que la UD Ibiza se enfrenta a un equipo rival, los entrenadores avisan del peligro celeste en el balón parado. La estrategia siempre sale a relucir y gran parte de culpa la tiene David Goldar. El central gallego tiene alma de killer y esta temporada ya lleva cinco goles, casi nada. Como reconocía el propio Paco Jémez en la rueda de prensa posterior al partido contra el Huesca, en el que Goldar marcó el primer tanto del partido: «Está metiendo más goles que algunos delanteros de otros equipos».

La temporada del defensa está siendo espectacular. Es el líder de la zaga. Firme en la marca, va bien al cruce y está perfecto en las disputas aéreas. Se está destapando como uno de los mejores defensas de la categoría y probablemente sea el mejor jugador celeste en el cómputo general de la temporada. Si brilla gracias a todo eso en el aspecto defensivo, sus cinco goles son una barbaridad. Un extra que vale muchos puntos. Ningún defensa de la liga suma tantas dianas como él. El segundo más poderoso en el apartado ofensivo es Bernardo del Girona que lleva tres.

El peligro que genera Goldar en el balón parado ya se pudo apreciar en sus años en el fútbol de bronce. En su primera temporada con la UD Ibiza logró cuatro tantos, dos de ellos ante el Valencia Mestalla. El año anterior con el Nàstic fueron dos sus goles. Con el Cornellà sumó cuatro. Con el Pontevedra uno. Hay que remontarse hasta el curso 16/17 para ver su hoja de goles en blanco. Aquella temporada, defendiendo los colores de la Ponferradina participó únicamente en 11 encuentros. Además, es el único año en el que se quedó sin celebrar ninguna diana, ya que anteriormente con el Celta de Vigo B siempre logró al menos un gol.

Explosión
En cuanto a las cifras de esta temporada, su explosión se ha producido con la llegada de Paco Jémez. Goldar lleva tres goles en los ocho encuentros que ha dirigido el nuevo técnico. El último, este sábado ante el Huesca para abrir la lata con un certero cabezazo.

Antes, había marcado en Málaga, en la escándalosa goleada celeste y también hizo el primero en la victoria contra el Fuenlabrada en el debut de Jémez en el banquillo ibicenco.

Los otros dos goles llegaron en la época Carcedo. El primero de ellos ante precisamente el Fuenlabrada en la jornada 12. Goldar rompió el empate a uno en una jugada de estrategia en la que el balón acabó entrando con suspense. También marcó contra el Girona el gol que supuso el empate al ser el más rápido en el área para aprovechar un rechace del portero a un remate de Sergio Castel.

Estas acciones son las que hacen que cada vez que hay un balón parado todo el mundo busque al gallego. Son cinco goles ya y todavía queda mucha liga por delante.