Natalia Miramontes, en acción durante un partido.

El Covicsa se despidió ayer de la Superdivisión femenina de tenis de mesa. El equipo santaeulariense selló ayer su desenso a la segunda categoría nacional después de seis temporadas en la primera, con clasificación incluida en su momento para jugar en Europa.

El Covicsa se jugaba el descenso ante el CTM Vegas del Genil. En el partido de ida, las de la Villa del Río había caído por 4-1, partido en el que no pudo contar con una de sus mejores jugadoras, Anna Riazanova. La ausencia nuevamente de la rusa, que no pudo viajar debido a las consecuencias derivadas de la guerra entre su país y Ucrania, hacían prácticamente imposible el sueño de la remontada.

Aun así, con todo en contra, el equipo ibicenco lo intentó y luchó por mantenerse en la categoría, pero desgraciadamente poco pudo hacer ante el conjunto granadino, que, además, viajó arropado por una treintena de seguidores.

El encuentro se saldó con un rotundo 0-4 a favor de las visitantes. El marcador dejó un mal sabor en el Covicsa, que vio cómo el descenso se consumó por la vía rápida.

El sueño de la Superdivisión se ha acabado. Han sido seis años para el recuerdo, El club, ahora, tendrá que llevar a cabo un nuevo proyecto con el que, por qué no, trate de regresar a la máxima categoría nacional.