Entrada de los acusados a la Audiencia Provincial de Almería. | Europa Press

El tribunal que enjuicia desde este lunes a los futbolistas Santi Mina y David Goldar por una presunta agresión sexual ha acordado decretar la puerta cerrada para la primera sesión de la vista oral en la que está previsto el interrogatorio de ambos acusados, la declaración de la víctima y otras tres testificales.

Al comienzo del acto de juicio, la acusación particular ha reiterado la petición que ya formuló en su escrito de calificación provisional para que las tres sesiones señaladas en ausencia de público y medios de comunicación.

El letrado Iván Bolaño ha alegado que los hechos sometidos a juicio afectan a las "más estricta intimidad" de la víctima, "especialmente vulnerable dado la gran afección psicológica que padece todavía a día hoy".

"Entendemos que al ser los acusados personajes públicos el juicio es un hecho apetitoso para la prensa pero celebrar en audiencia pública supondría un claro perjuicio para la víctima", ha esgrimido el abogado ante la sala que preside la magistrada Társila Martínez.

En su turno, el fiscal Miguel Blasco, también en la misma línea expresada en su escrito de se ha adherido a la petición de la acusación particular con un escueto "nada que objetar".

La defensa de David Goldar ha sido la primera en intervenir y, tras remarcar el "conflicto de intereses" planteado entre "el derecho a un juicio público, fundamental en un estado de derecho democrático" y el derecho de los implicados "a su intimidad, porque los hechos que ella y ellos van a narrar son situaciones que afectan a su esfera más íntima".

"Especialmente por lo que se va a vertir en este acto de juicio, la publicidad es una garantía para demostrar a la sociedad y a los medios de comunicación la esencia del verdadero uso del dolo penal, pero damos la razón parcialmente a la acusación particular y no nos opondríamos a que la declaración de la denunciante y la de los acusados sean a puerta cerrada, pero las demás sesiones deben ser en audiencia pública", ha trasladado el abogado Manuel Ollé, a lo que se ha adherido la letrada Fátima Magdalena Rodríguez, defensa de Santi Mina.

Tras tres minutos de receso, el tribunal ha acordado decretar la puerta cerrada para la primera sesión, si bien las sesiones previstas para el miércoles y el jueves serán en audiencia pública.

Santi Mina y David Goldar han llegado a la sede de la Audiencia Provincial de Almería pasadas las 09,30 horas, medio hora antes del comienzo programado para la vista oral. Han aparecido a bordo del mismo vehículo y han descendido junto a sus abogados, ambos con el rostro cubierto con una mascarilla y paso apresurado hasta alcanzar la puerta principal.

En su escrito de calificación provisional, la acusación particular solicitó que el juicio se celebrase "sin presencia de público, ni de medios de comunicación" en aras de preservar el "derecho a la intimidad" de la víctima.

El apunte

Escrito de acusación fiscal

El escrito de calificación provisional del Ministerio Público, al que ha tenido acceso Europa Press, recoge que Mina, quien milita en la actualidad en el Real Club Celta de Vigo, accedió en la madrugada del 16 de junio de 2017 a una caravana estacionada en las proximidades de una conocida discoteca de Mojácar y en cuyo interior estaban "su amigo", el también futbolista gallego David Goldar, y la mujer.

La Fiscalía sostiene que habría entrado "completamente desnudo" y que, "con ánimo libidinoso para satisfacer su apetito sexual y a pesar de la manifiesta voluntad contraria de la víctima", se habría dirigido a ella diciéndole: 'Mira, chica, tú me gustas mucho y creo que deberíamos hacer algo'.

Cuando la mujer le contestó que se había ido a la caravana "con David", el escrito recoge que el procesado habría salido "un minuto" para volver a entrar y, tras decirle que "le había gustado mucho", presuntamente perpetró la agresión sexual.

Además de lesiones físicas "a consecuencia" del ataque que el Ministerio Público imputa únicamente a Mina, la víctima sufre sintomatología ansiosa "grave" relacionada con los hechos, por solicita que se le indemnice con 50.000 euros.

Subraya que las secuelas que padece han supuesto que se vea "muy afectada su vida cotidiana" ya que sufre "trastorno de estrés postraumático crónico directamente relacionado" con la agresión sexual que se va a enjuiciar.