«La llamada de la selección significa mucho». Más claro no lo pudo decir ayer Leo Román, portero ibicenco citado por el combinado nacional sub-21 para el partido de hoy contra Eslovaquia. En él, los españoles pueden sellar la clasificación para el Europeo.

El cancerbero del Real Mallorca afirmó que esto «es algo con lo que uno sueña desde pequeño, cuando empieza a jugar a este deporte y se tiene le ambición de llegar al fútbol profesional». «Representar a tu país y entrar en la convocatoria es un sueño», agregó.

El pitiuso aseguró que le han acogido con los brazos abiertos: «El ambiente es magnífico. Tuve un recibimiento muy bueno del cuerpo técnico y de los compañeros. Hay muy buen grupo».

2022 está siendo su año. «Me están saliendo las cosas bien. Creo que estoy trabando duro y, al final, eso se está traduciendo en oportunidades», comentó al respecto. Eso sí, matizó que «no empezó de la mejor forma porque tuve una lesión en el pómulo». «He visto las dos caras de la moneda este año», añadió.

Leo Román todavía está en una nube: «Cuando me citaron aquí con la selección, la verdad es que no me lo creía. Fue todo muy rápido. Tenía poco tiempo de reacción y debía ir al aeropuerto. No fui consciente hasta que pasaron unas horas».

Lo primero que hizo tras conocer la noticia fue llamar a sus progenitores. Curiosamente, su padre, Vicente Román, también fue guardameta. «Está superorgulloso al igual que toda la familia. Ha sido un paso muy importante en mi carrera deportiva y trato de disfrutarlo», dijo.

El portero atraviesa ahora mismo su mejor momento y piensa que «cada año te vas encontrando con mejores sensaciones y más experiencia». «Creo que cada año voy mejorando», agregó Román, que recibió muchas felicitaciones de sus amigos de Ibiza. «Todo el mundo en Ibiza se ha portado de manera fantástica. Quiero agradecerles el apoyo. Para mí es un placer estar aquí», apuntó Leo, que desde el domingo está viviendo un sueño que se prolonga hoy con la disputa del partido clasificatorio para el Europeo sub-21 contra Eslovaquia.

El apunte

La primera bola de clasificación

La selección española sub-21 podría dejar cerrada su clasificación para el Europeo de la categoría, que se disputará en Georgia y Rumanía en 2023, hoy de ganar a Eslovaquia (16.00 horas) en el duelo directo entre la primera y segunda clasificadas del grupo C, tras la expulsión de Rusia de las competiciones UEFA por la invasión a Ucrania.

Los de Luis de la Fuente parten con seis puntos de ventaja con nueve por diputarse, pero el organismo regulador todavía no ha decidido qué hacer con los puntos obtenidos frente a la selección rusa y dentro de la concentración española prevén que les resten tres del enfrentamiento directo que ganaron allá por septiembre.

España llega al partido con ‘colchón’ y con la moral alta tras endosarle un contundente 8-0 a Lituania el pasado viernes en el que, cuatro meses después del último parón, demostró una superioridad que ahora le tocará trasladar a Eslovaquia, donde le espera lluvia y césped artificial.

Además, Luis de la Fuente se ha encontrado con bajas inesperadas para cerrar la clasificación. El guardameta titular contra los lituanos, Arnau Tenas, fue llamado por Luis Enrique para la absoluta para sustituir a un Robert Sánchez que se ausentó por motivos personales; Unai Vencedor vio la tercera amarilla del clasificatorio, ya en el minuto 90 con el partido decidido, y Álex Baena dejó la concentración al sufrir molestias el sábado.

Sin poder contar tampoco con Julen Agirrezabala en portería, por lesión, Joan García se postula a su primera titularidad con España sub-21. Un guardameta del Espanyol B del que tienen buenos informes dentro de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y que debutó el pasado noviembre disputando 16 minutos contra Malta.

En el centro del campo tiene más problemas Luis de la Fuente. La pareja Turrientes-Vencedor era de su total confianza, pero Unai no será de la partida. Nico González podría entrar a formar pareja con Turri.

Dudas en el once titular para un partido que se espera mucho más duro que el de Lituania. Es más, en el precedente en La Cartuja (Sevilla), España sufrió para llevarse los tres puntos y no lo pudo hacer hasta convertir dos penaltis en los minutos 80 y 88.