Leo Román, guardameta ibicenco del Mallorca, durante un entrenamiento del equipo.

Mientras Predrag Rajkovic se va ajustando los guantes, Leo Román ha levantado una pared para proteger el área del Mallorca. A un lado de los focos, el guardameta ibicenco se ha destapado como uno de los más regulares de la pretemporada bermellona. Obligado a jugarlo casi todo por exigencias del guion, ha ido transmitiendo su seguridad a toda la línea defensiva y ha mantenido el candado puesto: en los cuatro amistosos de estas últimas semanas todavía no ha encajado ningún gol en contra.

En menos de un año, Román ha pasado de ser el portero del filial, en Tercera División, a ser considerado uno de los principales activos de futuro del Mallorca. La apuesta fallida por Dominik Greif, lesionado desde el día uno del stage de Fulpmes (Austria), ha acelerado la ascensión del guardameta pitiuso. Y si no cambia nada será el segundo de la fila por detrás de Rajkovic.

Oportunidades

A sus 22 años, Leo Román ha aprovechado muy bien el tiempo y las oportunidades. Sobre todo, teniendo en cuenta que hace un año nadie lo esperaba ni contaba con él. Luego, las dudas de Reina y los problemas físicos de Greif le permitieron avanzar varias casillas de golpe sobre el tablero y, una vez dentro del área, su figura empezó a agrandarse. Primero en la Copa del Rey —fue titular en las eliminatorias contra el Llanera, el Eibar y el Espanyol, en las que dejó un pleno de victorias— y poco después en la Liga —Luis García Plaza le dio la alternativa en el campo del Levante y lo volvió a alinear de inicio después en Villarreal—, donde demostró estar a un nivel superior al de los dos compañeros con los que compartía espacio bajo el larguero. El club, que no quería jugarse la vida como un portero del filial, acudió al mercado invernal en busca de experiencia y encontró a Sergio Rico. Solo el fichaje del sevillano lo apartó de una titularidad que hasta la llegada de Rajkovic había recuperado durante esta pretemporada.

La imbatibilidad no es la única buena noticia que ha escrito Leo Román bajo el sofoco estival. Si tras su irrupción en Primera recibió por primera vez la llamada de la selección española sub’21, hace unas semanas ampliaba su relación contractual con el Mallorca hasta el año 2026. Mientras Dominik Greif deja atrás su calvario y Predrag Rajkovic se adapta a su nueva portería, el futbolista formado en la Peña Deportiva se mantiene a la espera detrás de su propia muralla.