Melcior Mauri Prat (Vic, Barcelona, 04-04-1966) tocó el cielo en el año 91 cuando se impuso a Miguel Indurain en la Vuelta a España. Especialista en contrarreloj, fue subcampeón mundial en el 98. Entre los años 1987 y 2002, consiguió 52 victorias como profesional, ahora disfruta de la bicicicleta de otra manera y este fin de semana fue uno de los más buscados durante la Vuelta Cicloturista a Ibiza Campagnolo.

—¿Qué tal su primera experiencia en Ibiza?
—Pues muy positiva. Me habían hablado de ella y no había venido nunca, pero la filosofía que tiene me encanta. Yo siempre digo que he pasado de ciclista profesional a cicloturista puro y cada vez me gustan más este tipo de marchas en las que la competitividad no existe o existe en momentos puntuales como ocurre aquí en Ibiza. De esta forma, podemos disfrutar de forma placentera de lo que nos apasiona. El cóctel que tiene esta vuelta cicloturista me ha encantado y las conversaciones que tengo con el resto de los participantes coinciden. Es una prueba muy agradable y muy cómoda de hacer.

—Además, esta prueba siempre da la posibilidad a los amateurs de rodar con grandes campeones. En este caso, usted y Óscar Pereiro.
—Sí, encontrarnos con gente que nos ha seguido en nuestra carrera deportiva y ha vivido nuestros triunfos a través de los medios de comunicación… es gratificante para ellos, pero para nosotros también. Me encuentro con gente que rememora cosas que se me habían olvidado, detalles de carreras... Eso es agradable y lo disfruto.

—¿Cuántos le han dicho estos días que ha sido de los pocos que ha podido con Indurain?
—Bastantes, la verdad. El hecho de poder haberle ganado a Miguel Indurain la Vuelta a España del 91 para mí fue… Yo siempre digo que ese podium con Miguel, segundo, y Marino Lejarreta, tercero, engrandece todavía más mi victoria.
—No podemos hablar de ciclismo sin mencionar a Valverde que se ha retirado a los 42 años. Quizás el mejor ciclista más longevo, 20 años al máximo nivel. Se retira haciendo sexto en Il Lombardia.
—Sí, él mismo decía que estaba para seguir un año más. Se retira a un nivel brutal, pero es consciente de que tiene que dar un paso al lado y dejarlo en lo más alto. Creo que es como Alberto Contador que dejó el ciclismo ganando la etapa de L’Angliru. Alejandro lo deja estando arriba del todo. Creo que se le va a recordar mucho más que si lo dejase en un año ya en el que el nivel no le acompañase. No ha sido así. Lo ha dejado en lo más alto y apoyando mucho al equipo y a Enric Mas, quizás eso le ha privado de lucirse un poco más en lo personal.

—En el ámbito nacional, parece que tras unos años de dudas la irrupción de Ayuso y Rodríguez promete éxitos.
—Son muy jóvenes, extremadamente jóvenes, pero ya han demostrado mucha calidad. No sólo físicamente. A mí, me ha sorprendido gratamente lo maduros que han estado psicológicamente en esta última Vuelta a España. La presión, que quieras o no, han vivido y han estado ahí hasta el final. Les espera un futuro esperanzador y eso a los aficionados nos ilusiona.

—Habla de juventud, pero no sólo son ellos jóvenes. Pogacar, Evenepoel… los grandes dominadores también destacan por su corta edad. El ciclismo ha cambiado.
—Sí, es cierto. Los grandes ciclistas actuales son muy jóvenes y eso hace que tengamos un gran presente. La duda está en cuánto van a durar con ese nivel. Cuando eres tan joven y estás arriba del todo estás viviendo una exigencia física y mental muy grande. Todavía les quedan muchos años y la duda que tengo yo es hasta qué edad van a poder aguantar estos chavales tan jóvenes con la presión que conlleva el ciclismo profesional. Es una incógnita, pero estoy convencido de que no podrán llegar a la edad de Valverde. La gente que les rodea y les aconseja serán los que les podrán ayudar a alargar su carrera deportiva.

—Bueno y ya para acabar. Decía que le ha gustado mucho esta cicloturista, ¿repetirá?
—Me gustaría, la verdad que sí. Ha sido la primera vez, pero desde luego que no será la última.