El presidente de la FFIB, Pep Sansó, posa ayer en el baluarte de Santa Lucía. | ARGUI ESCANDON

Pep Sansó Nicolau (Vilafranca de Bonany, 29-10-1965) tomó este verano el relevo de Miquel Bestard al frente de la Federación de Fútbol de las Islas Baleares. Acabar con la violencia en el fútbol e impulsar el deporte femenino son dos de sus líneas maestras de cara al futuro. Ayer estuvo en Ibiza para acompañar al presidente de la RFEF, Luis Rubiales, en la presentación de la visita de la selección española femenina.

—Traer la selección femenina a la isla es otro hito para un fútbol pitiuso que está creciendo a pasos agigantados.
—Sin ninguna duda, poder tener dos partidos de la selección femenina absoluta en nuestras islas... Y especialmente en Ibiza, que está en un momento de auge deportivo, en general, y en especial en el fútbol.

—¿Qué cree que puede suponer esta visita para la isla?
—Creo que será un acontecimiento a nivel mundial, pero creo que es una apuesta muy fuerte de la Federación y las instituciones por los valores del deporte, especialmente por la igualdad. El deporte femenino ha crecido muchísimo, está en auge total y es una apuesta clara y decidida por impulsarlo.

—El fútbol femenino en Ibiza está creciendo y ha conseguido tener un equipo de fútbol sala en Segunda División, la Peña Deportiva. Sí es cierto que en el fútbol once se han vivido etapas mejores, pero a nivel general el fútbol femenino sí está en crecimiento.
—Uno de los objetivos de la Federación Balear es intentar generar una competición específica para niñas. El deporte femenino ha crecido mucho, pero tenemos que intentar hacer incidencia en la base. Que las niñas puedan jugar. Ahora, tenemos la opción de hacer un deporte mixto hasta los 14 años, pero queremos que también se puedan hacer grupos específicos solo para niñas.

—No sé si me puede hablar un poco más de este proyecto.
—Se trata de esa idea. La Federación tiene que ponerse al día y llevar el mismo ritmo de crecimiento que tiene el fútbol mismo y la vida. Si ninguna duda, las federaciones tienen que ser entes vivos y tener claro que en nuestras islas tenemos más de 30.000 licencias, se juegan más de 23.000 partidos al año. Esto implica que los clubes son los auténticos vertebradores de todas estas acciones y debemos ser capaces de darles voz y escucharles y hacer cosas para los clubes y con los clubes.

—Lleva unos pocos meses al frente de la Federación. ¿Qué plan tiene para las Pitiusas?
—Nuestras comunicaciones tienen siempre un hastag: cuatro islas y un fútbol. Tenemos muy claro que debemos ser transversales y que somos cuatro islas. Tenemos que darles espacio y voz a todas. No tiene que haber distancia. No siempre es sencillo quitar las distancias que nos separan, pero debemos ser capaces de ir todos juntos.

—Mencionaba antes el auge de las Pitiusas en el fútbol. Un equipo en segunda, tres en Segunda RFEF, otros tres en Tercera…
—Poder tener a un equipo a nivel profesional y tener las dos islas representadas en Segunda RFEF, yo creo que es un claro reflejo del buen trabajo que se ha hecho en los últimos años. Estamos en auge y lo que debemos procurar es que no sea algo cíclico y se pueda mantener. Hay que seguir este camino y dar apoyo a todos estos clubes que trabajan tan bien.

—Viendo el crecimiento que ha tenido la UD Ibiza en estos años. ¿Qué piensan en la Federación? ¿Dónde ven el techo?
—Amadeo Salvo es un caso complejo porque es un gran empresario con una muy buena visión del fútbol y que tiene experiencia. Apostó por un equipo en Ibiza y cuando llegó y dijo que quería llegar al fútbol profesional la mayoría de la gente lo vio como una utopía y lo ha logrado. Todos hemos visto muchos proyectos de fútbol, pero que puedan llegar a estos objetivos son muy pocos. Eso habla muy bien de su profesionalidad. La meta no sé dónde estará, pero todos soñamos y nos gustaría verlo algún día en Primera División. Es un reto complejo y quizás lleve varios años. Hay que tener estabilidad en Segunda para aspirar a retos mayores.

—Para acabar y cambiando radicalmente de tema. Uno de los objetivos de la FFIB es acabar con la violencia en los campos. Esta semana se ha visto como el Club Deportivo Social Ses Païsses denunciaba menosprecio por parte de padres de los niños rivales.
—Desde las federaciones tenemos que luchar contra todo tipo de violencia. Además, estoy convencido de que todo se inicia con la violencia verbal, con un comentario o una salida de tono. Tenemos que erradicar todo esto. Nosotros tenemos claro que no podemos luchar contra algunas cosas, pero tenemos que ser un eje vertebrador de esa lucha contra la violencia. Debemos plantear de una forma muy importante que esto es sólo un juego. A veces, parece que queremos convertir nuestro deporte en un guerra y es un juego donde competimos al máximo, pero después nos debemos dar la mano. Como campaña a medio plazo debemos hacer una apuesta muy decisiva por erradicar la violencia, empezando con la verbal. Hay que respetar a los niños. Lo básico es hacer deporte y divertirse, no el ganar o perder.