El encuentro comenzó con cierta igualdad, pero los locales no tardaron mucho en imponer su ritmo frenético para empezar a abrir las primeras diferencias en el marcador. Los celestes se intentaban agarrar al partido, pero lo cierto es que al descanso la desventaja ya era de cuatro goles (17-13).
Tras el paso por vestuarios, los catalanes apretaron aún más el acelerador y aprovecharon los errores ibicencos para aumentar la renta que llegó a ser de ocho goles (24-16) y (26-18), pasado el minuto 15 de la segunda parte. Fue entonces cuando los de Eugenio Tilves reaccionaron. Ajustaron en defensa y llegaron a ponerse a tres goles (28-25) cuando quedaban más de ocho minutos por disputarse. El intento de remontada acabó con dos pérdidas consecutivas de Eloy Krook que el filial azulgrana castigó. El partido murió con el 32-28 en el marcador.
Los ibicencos se marchan al parón con una derrota, pero dentro de los cuatro primeros puestos que garantizan la permanencia. Todavía queda mucha liga por delante, pero el objetivo se está cumpliendo. La competición no regresará hasta finales de enero.
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