Varios atletas llegando a meta. | Irene Arango

Mauro García-Valles (CA Pitiús) y Susana Sevillano (Trideporte) se impusieron este 31 de diciembre en la tradicional Pujada a sa Catedral. Como es habitual en esta prueba, muchos de los participantes acudieron disfrazados a la carrera. Así, el buen ambiente reinó para despedir el año. Una carrera con tintes de fiesta en la que brillaron estos dos atletas que demostraron por qué son dos de los mejores que hay ahora en la isla. García-Valles una gran promesa que ya es realidad. Sevillano, por su parte, ya lleva muchos años ganando carreras.

Corta, pero explosiva y con unas rampas que quitan el aliento. La Pujada a sa Catedral es una de las pruebas más complicadas del calendario ibicenco para los que salen a ganar y por eso quienes lo consiguen le otorgan mucho valor.

García-Valles se estrenó en esta carrera cogiendo el testigo de Anass Bourass, ganador de las dos últimas ediciones (2021 y 2019). El corredor del Pitiús marcó un ritmo que nadie pudo seguir y registró en meta un tiempo de 7’56’’, imponiéndose por nueve segundos a su compañero de equipo Mark Ropper. El podio lo ha cerrado otro miembro del Pitiús, Rubén Torres (8’12’’). La carrera estuvo domida por este equipo que también tuvo en Antonio Tugores el cuarto clasificado, un Tugores que fue el gran dominador de esta carrera hace unos años.

En la categoría femenina, también se estrenó Susana Sevillano. La veterana atleta que había subido al podio en la pasada edición pudo saborear un triunfo que se le resistía. Sevillano fue la más rápida con un tiempo de 9’41’’. En segunda posición llegó la joven María Cabello (Pitiús) que a sus 13 años firmó una marca de 10’05’’ presentando su candidatura para futuras citas. Los puestos de honor los completó otra atleta curtida en mil batallas como Noelia Pérez que tiene una colección de podios en esta tradicional prueba.