El barco del Class Bàsquet Sant Antoni ya ha puesto rumbo fijo hacia el ‘play-off’ de ascenso a la LEB Oro. El equipo ibicenco derrotó este sábado al Odilo Cartagena (72-64), en un abarrotado pabellón de Sa Pedrera, tras un partido en el que fue de menos a más. El incombustible Jordi Grimau (18 puntos) y un espectacular Pau Carreño (12 puntos y un baluarte en defensa) llevaron el timón de la nave sanantoniense, con la que reapareció Magnus Mollgaard tras mucho tiempo lesionado. El danés ofreció buenos minutos, revolucionó el encuentro, y puede ser un jugador muy importante para los isleños en este tramo de la temporada.
Desde el principio quedó claro que a los de Portmany les iba a tocar sufrir otra vez, como de costumbre. El 0-6 de salida del bloque visitante no anticipaba nada bueno para los sanantonienses, cuyo arranque fue muy malo. El conjunto entrenado por Carles Flores estuvo tres minutos sin anotar, hasta que un libre de Carreño, primero, y una canasta de dos acabaron con la sequía (3-6). Sin embargo, un triple Juan Pedro Jiménez, que fue una pesadilla en todo el duelo, estableció el 3-9.
En el primer cuarto los locales se encomendaron a su capitán, Jordi Grimau, de nuevo líder y salvador cuando las cosas no van bien. Pero los cartageneros encontraron petróleo con el tiro exterior y Sergio Mendiola ganó varios duelos contra Vinicius Da Silva en el juego interior. Armas más que suficientes para mantener a raya a un Sant Antoni que terminó los diez primeros minutos perdiendo con claridad (17-24).
Los de Portmany siguieron espesos en el segundo acto, a pesar de que esta vez entraron en pista mucho más entonados en ataque. Una canasta de dos de Haro y un triple de Jonats acercaron a los baleares (22-24). Fue un espejismo, porque en el intercambio de golpes el Cartagena volvió a salir triunfador hasta marcharse al 26-33. Flores pidió tiempo y buscó soluciones. En la reanudación, un triple de Carreño puso el 29-33, pero cinco puntos consecutivos de los visitantes llevaron el marcador al 29-38.
Los ibicencos no estaban cómodos y fueron mucho menos incisivos de lo que acostumbran en el pabellón de Sa Pedrera, que de nuevo registró una grandísima entrada para disfrutar del mejor baloncesto que se puede ver actualmente en la isla. Al descanso se llegó con 31-38, con un idéntico +7 para un Cartagena que estaba jugando un completísimo partido.
El telón del tercer cuarto se levantó con un triple de Sediq Garuba y el Cartagena ponía tierra de por medio con una ventaja de diez puntos (31-41). Pero, de nuevo, apareció Grimau para contestar con otra canasta de tres y fijar el 34-41. Entonces el Sant Antoni encontró la chispa necesaria con su gran capitán, el siempre bravo Pau Carreño y un recuperado Da Silva. Con una canasta del brasileño los de Portmany lograron igualar a su adversario (43-43). Gustavo Aranzana, entrenador de los cartageneros empezaba, a no verlo tan claro y pidió tiempo muerto.
Tomó aire el conjunto visitante, que se escapó de nuevo (43-48). Ese iba a ser el último suspiro de los cartageneros. El Sant Antoni apretó los dientes y con un parcial de 10-2 se puso por delante por primera vez. Con el 53-50 se acabó el tercer acto. Quedaba el desenlace y la dinámica había cambiado.
Un triple de Mollgaard abrió el último periodo (56-50). Emilio Martínez anotó un libre para los visitantes (56-51), pero otra buena acción de Mollgaard fijó el 58-51. Dos puntos más de Aleix Haro establecieron el 60-51. El Sant Antoni estaba marcando territorio. Lo hizo aún más con un triple de Kaufmanis (63-51) que acabó de hundir a un Cartagena. Un equipo visitante que luchó hasta el final pero que se vio superado por un rival que está a tope de confianza. Soñar sigue siendo gratis en las tierras de Portmany.
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