Una acción de un partido de esta temporada. | Mohamed Chendri

Es Pratet es un fortín. Lo ha sido en los últimos años. Así se llegó a División de Honor Plata y el polideportivo se quedó pequeño, pasando el equipo a jugar en sa Blanca Dona. Pero en los momentos de necesidad uno busca volver a casa, a sentir el apoyo de los suyos y eso es lo que hace esta tarde (19.00 horas) el Trasmapi UD Ibiza HC Eivissa. Los ibicencos se quieren jugar gran parte de la temporada en esa pista inexpugnable. El rival será el Alarcos Ciudad Real, un equipo que pelea por el mismo objetivo que los celestes, la salvación.

Es Pratet es el polideportivo en el que se consiguió el ascenso y es una pista que tiene una mística especial para los jugadores. El público está muy cerca, se hace notar y lo sienten todos, los locales, los visitantes y también los árbitros. En los últimos años, tras el ascenso, pocas veces se ha ido por el polideportivo, pero siempre que se necesitó nunca falló. Antes, en Primera Nacional fue un talismán. El año del ascenso no se perdió ningún encuentro en casa. La última derrota en es Pratet data del 27 de abril de 2019. Ese año se cayó tres veces allí, pero el curso anterior, la temporada 2017/2018 sólo Sant Joan en la segunda jornada logró asaltar la pista ibicenca. Se enlazaron entonces 18 partidos sin perder en casa.

Este partido no será definitivo pues todavía queda la segunda fase de la temporada, pero sí es muy importante para evitar sufrimientos. Pasar al grupo de ascenso es ahora mismo una misión prácticamente imposible. Los de Eugenio Tilves no dependen de sí mismos y ,además, deben ganar no sólo al Ciudad Real, también en la pista del líder, el Puerto Sagunto. Un conjunto que está siendo tiránico y que todavía no ha perdido esta temporada.

Así pues, dadas las dificultades, todo hace indicar que los ibicencos pelearán la segunda fase en el grupo por la permanencia. Un grupo que formarán 10 equipos y en el que descenderán cinco. Dos de esas plazas parecen asignadas ya al Sant Quirze y al Ikasa Boadilla, los colistas de cada grupo, pero el resto está muy abierto y es fundamental pasar con el mayor número de puntos posibles.

Alarcos Ciudad Real es un rival directo para los pitiusos, que además, les ganó en el partido de ida, por lo que es más que clave llevarse los dos puntos y que no pasen ellos con los cuatro de este enfrentamiento directo. Si la liga acabase antes de este partido, pese a que en la tabla hay cuatro puntos de diferencia entre unos y otros, lo cierto es que los ibicencos pasarían con ocho puntos que son los mismos con los que pasaría Ciudad Real. De ahí lo vital que es este encuentro. Cabe recordar que a la segunda fase se pasa únicamente con los resultados obtenidos contra los equipos que participan en la misma.

Así pues este duelo es un partido mucho más importante de lo que pueda parecer y el técnico no tiene dudas en calificarlo como una final; «Es una final para nosotros. Es un equipo que ya está en el grupo de abajo y nos intentarán meter con ellos. Necesitamos hacer un partido serio y que todo el mundo esté metido a nivel defensivo».

En esa misma línea, Eugenio Tilves recordó que no sólo es importante el triunfo, también intentar ganar el golaverage, que ahora mismo es de cuatro goles favorables a los manchegos.