La primera mitad estuvo bastante igualada. No hubo muchas ocasiones, pero lo cierto es que los dos equipos tuvieron la oportunidad de marcar.
La primera aproximación de peligro se demoró bastante. Llegó en el minuto 19 por mediación de Pepe Bernal, que, tras recibir un buen pase de Marc Mas, lanzó un chut raso en el interior del área que el portero atrapó en dos tiempos. Poco después, ya rebasado el ecuador de esta primera parte, Espínola puso un buen centro desde el costado derecho y cabeceó la pelota fuera desde el vértice del área pequeña.
La tortilla se giró en un abrir y cerrar de ojos. El conjunto de Javier Genoves reaccionó y enmudeció la grada en el 26, en una acción de córner que acabó con un disparo de David Sánchez lamiendo el palo. Menudo susto. Luego, Isma Gil detuvo un lanzamiento de Vinicius. El Ebro había llegado dos veces seguidas en apenas un minuto.
En la recta final, el cuadro visitante lanzó un nuevo aviso. Tras una jugada de estrategia a balón parado, Andreu Arasa recibió el balón en el área y ejecutó un chut cruzado que despejó Isma Gil con una gran intervención. Sin embargo, la jugada no terminó ahí y el propio Andreu, en la continuación, volvió a disparar en buena posición, pero tiró fuera en la que fue la última ocasión reseñable hasta el descanso.
Tras el asueto, el Cedé salió decidido a buscar el gol. En el primer minuto, Marc Mas protagonizó el primer ataque, pero su disparo lo tapon Jorge Adán. Este empuje inicial se vio completamente anulado un minuto después, cuando Vinicius rompió el 'cerocerismo' al rematar un balón servido desde la derecha por Javi Sánchez.
El cuadro de Manu Calleja no bajó los brazos y, nada más sacar de centro, Marquitos rozó el empate. Luego, Julen López también lo intentó de cabeza. Sin embargo, el CD Ibiza se hizo el harakiri en el 55, cuando Isma Gil sirvió el gol en bandeja a Andreu al tratar de evitar un córner y dejar el balón franco al atacante rival, que sólo tuvo que conducir la pelota unos metros y empujarla a puerta vacía. Menudo regalo.
La sangría fue a más en el 69, cuando Andreu puso la puntilla al rematar sin oposición en el área pequeña. Si alguien tenía dudas de que ahí había terminado el partido, la expulsión en el 71 de Joao Bravo, que no duró ni un minuto en el campo, las despejó. El lateral zancadilleó en la medular y por detrás a Iván Elena cuando este enfilaba el camino a la portería sin oposición.
Con uno menos y 0-3 en el marcador, el equipo de Manu Calleja perdió todas sus opciones de rascar algo positivo. Así las cosas, los minutos pasaron con más pena que gloria y el Cedé cedió una derrota que le puede salir muy cara.
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