Lucas Alcaraz durante el partido entre el Andorra y la UD Ibiza. | LALIGA

«Es inevitable la contrariedad. Durante el primer tiempo tuvimos el partido controlado, sufrimos muy poco, pero luego, a parte del buen fútbol de ellos y el sometimiento en cuanto a posesión, los recursos que tenemos nosotros se nos iban agotando porque al descanso ya llevábamos tres cambios y nos costaba revitalizar el equipo». Explicó Alcaraz en rueda de prensa. El técnico celeste ha insistido mucho en ese aspecto: «Ellos no tenían nada que perder y metieron gente arriba y en dos jugadas de rechaces, nos han empatado. Sin los tres cambios la descanso, creo que el equipo hubiese estado mucho más entero posicionalmente. Ha habido muchos jugadores que con los cinco cambios no hubiesen terminado el partido y hubiésemos tenido más energía para salir a la contra que es una de las ventajas que te da cuando el contrario ocupa tan adelantado el campo».

En esa misma línea, ha explicado los cambios: «Ganando 0-2 no quito a Cristian Herrera. No soy una lumbrera, pero tan malo como entrenador no soy. Cristian me ha pedido el cambio y a Gonzalo lo quité por la tarjeta». Además, ha añadido que Ekain y Coke también se tuvieron que retirar con molestias y eso hizo que el equipo acabase el encuentro con los mismos mediocentros, algo que para el técnico fue clave.

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Sobre el cambio de dibujo, ha dicho: «Ellos han terminado prácticamente con tres delanteros centros, por eso metemos tres centrales para que los laterales puedan saltar a los que centran. Ese era el ajuste. Los goles vienen de jugadas de rechaces y no han sido remates limpios».

Por último, ha lamentado el resultado: «Es un día de contrariedad por como se nos había puesto el partido y porque si hubiésemos aguantado más el empuje, aunque ellos merecieron el punto, lo hubiésemos ganado. No ha sido así y tenemos que seguir en la misma línea y seguir trabajando. Estamos perdiendo poco, pero también estamos ganando poco y tenemos que convertir esos empates en victorias».