Si quieren ustedes emociones fuertes, vengan a Sa Pedrera. Si quieren espectáculo deportivo del bueno, vengan a Sa Pedrera. El Class Bàsquet Sant Antoni y el CB Cornellà protagonizaron este sábado un descomunal encuentro en el pabellón sanantoniense. Pudo ganarlo cualquiera, pero se lo llevó el conjunto local, tras estar tirado en la lona y luego recuperarse para regalarle una victoria épica al algo más de un millar de los espectadores que abarrotaron el pabellón. El carrusel de emociones que se vivió fue de los que hacen afición. Grimau (21 puntos), Casanova (18) y Haro (15) fueron los estandartes de los baleares, mientras que en los catalanes brilló especialmente Llorca, autor de 20 puntos a pesar de estar muchos minutos fuera por una lesión.
Los de Portmany jugaron un desastroso primer cuarto. Fueron arrollados en intensidad y en acierto por un bloque visitante mucho más metido, que marcó un 2-10 de salida que provocó que Carles Flores, técnico de los ibicencos, se viera obligado a pedir el primer tiempo muerto. Un triple de Rafa Casanova puso el 5-10, pero fue un espejismo. El Sant Antoni no tuvo el vigor de otras tardes y estuvo sometido por un Cornellà al que le entró todo y que tras los diez primeros minutos vencía 8-24.
Parecía que los sanantonienses no lo podían hacer peor, pero un 0-4 de salida para los visitantes fijó el +20 de ventaja para ellos (8-28). La empanada del conjunto balear era destacada, pero un mate de Da Silva estableció el 12-30 y despertó un poco a los ibicencos, pero no demasiado. En el intercambio de golpes los de Flores siguieron perdiendo la batalla, pero al Sant Antoni nunca se le puede dar por muerto. Y menos jugando el Sa Pedrera, donde una vez más la afición puso el color y dio el empujón necesario para ayudar a su equipo en los peores momentos. Porque con una canasta de Mayo el Cornellà volvía a abrir la herida a 20 puntos (14-34). Llegaron entonces dos triples consecutivos de los pitiusos, uno de Mollgaard y otro de Grimau, que espolearon al bloque local hasta el 20-34. Ya llovía menos.
En el tramo final del cuarto el Sant Antoni se agarró a la pista como pocos equipos de la categoría saben hacer. Defendió con uñas y dientes, y el Cornellà ya no estuvo tan acertado. Liderados por Grimau, que nunca se esconde y siempre aparece, los de Portmany se metieron de lleno en el partido y llegaron al descanso sólo seis abajo (34-40). Comenzaba otro partido.
Aunque el inicio del tercer cuarto del Sant Antoni fue de nuevo desalentador. En los compases iniciales, el Cornellà abrió una nueva brecha de diez puntos (45-55). Flores se vio obligado a refrescar la mente de sus jugadores, que encontraron el sustento en los triples. Apareció también la mejor versión de Jonats, que con cuatro puntos consecutivos dio aire a su equipo (49-55). De ahí hasta el final, Casanova jugó sus mejores minutos desde su llegada al Sant Antoni y empezó a dar muestras de su enorme calidad. Sus puntos ayudaron a creer. Y el que encendió la mecha fue Haro, que con un triple puso el 61-63 para acabar el periodo.
El base catalán inició el cuarto acto como acabó el anterior: con otro certero lanzamiento desde la línea de 6,75 metros que ponía al Sant Antoni por primera vez por delante (64-63). A los ibicencos les iba a tocar sufrir porque el Cornellà no estaba dispuesto a tirar por la borda su excelente partido. Sin embargo, los de Portmany iban a jugar mejor los minutos clave. Con un parcial de 8-0 dinamitaban el choque hasta el 76-69, aunque los catalanes iban a quemar sus últimas balas. Un triple de Mayo y un 2+1 de Edu Arqués ponía apretadísimo el marcador (76-74 a falta de tres minutos).
Entonces Casanova encestó de dos y Carreño un triple, puntos que establecieron el 81-74 a falta de un minuto y medio. El Sant Antoni ya no consintió más sustos y la victoria se quedó en la isla (86-76). Un chute de moral para el ‘play-off’ de ascenso a la LEB Oro.
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