El joven Mario Buijs Mariscal, ayer en el Golf Ibiza. | Daniel Espinosa

El futuro del golf podría estar en Ibiza. Mario Buijs Mariscal (Ibiza, 26-05-2009) es una de la mayores promesas del panorama nacional y el 27 de julio estará en Pinehurst (Carolina del Norte) para participar en el Campeonato del Mundo que está incluido dentro del circuito US Kids Golf. Una cita a la que llegará tras realizar un buen papel en el Campeonato de Europa que se celebró en Escocia y donde logró la clasificación para la cita mundial tras finalizar en la decimosexta plaza. Mario tiene 14 años recién cumplidos, pero está tirando la puerta abajo con mucha fuerza y nunca mejor dicho, pues esta es una de sus principales características.

185 centímetros de altura para un chico de 14 años es algo fuera de lo común. Lo lleva en los genes y va camino de los más de dos metros que medía su padre. Eso le da una ventaja que le convierte en un jugador muy diferente, ya que tiene un alcance muy superior a la media. A estas alturas ya es capaz de mandar la bola más lejos que algunos profesionales, casi nada.

Aún es pronto y esto no ha hecho nada más que empezar, pero Mario Buijs cuenta con un hándicap 4,9, algo que alcanzó con 13 años, cuando lo normal es que se alcance con 15 o 16 años. De hecho, estos números ya le colocan en un primer nivel nacional aunque, como es lógico, todavía le queda un largo camino para alcanzar a los profesionales.

Sin límites

Si alguien lo conoce bien y sabe de qué es capaz, ese es uno de los grandes nombres del golf ibicenco. David Álvarez es el entrenador que está puliendo este diamante que «no tiene límites». «Mario puede llegar a ser un grandísimo jugador, juega con mucha confianza y digo de corazón que es alguien que puede llegar a lo más alto del golf mundial», asegura su entrenador, que también tiene claro que eso dependerá de los entrenamientos, el sacrificio y la dedicación que le ponga este joven golfista.
«Empezó a jugar a los cuatro años y siempre ha sido un portento físico, tiene una genética privilegiada. Su principal fuerte es que entrena desde los cuatro años y tiene una pegada espectacular», destaca Álvarez.

Este también viajará a tierras americanas para estar con su pupilo asistiéndolo como caddie y se muestra muy orgulloso, además de estar convencido de que pueden brillar con luz propia: «Nunca hay que meterle presión. Tiene que ser feliz y disfrutar, pero tiene todas las opciones. Vamos a ir a por todas».

Por condiciones y características de juego, se da la circunstancia de que el profesional al que más se parece es otro español y una de las grandes estrellas del golf mundial: Jon Rahm, que también destaca por su gran pegada. Además, cuando se le pregunta a Mario Buijs por su jugador favorito y el espejo en el que se mira, lo tiene claro: Jon Rahm.

Con cierta timidez, este joven jugador está encantado por sus últimos logros: «Participar por primera vez en un Campeonato de Europa ha sido una experiencia muy chula. Fuimos a Escocia y jugamos en North Berwick, al lado de la playa y fue muy bonito. Fue un empezar para llegar a más y más».

Un aspecto muy positivo, es que también sabe en qué tiene que mejorar. «Soy un poco nervioso y me cabreo muy rápido, pero vamos mejorando poco a poco», explica.

Mario cuenta con todo el apoyo de su familia para ayudarle a llegar a lo más alto, pero estos también se están encontrando con el principal problema que tienen muchos jóvenes deportistas, sufragar los viajes a los torneos y el material. Por ello se encuentran activamente buscando sponsors y colaboradores que puedan ayudarle a cumplir su sueño: «Ser profesional y jugar en los mejores campos del mundo, jugar en Augusta». «Si sigo empeñándome en esto yo creo que puede ser», concluye.