La SD Ibiza ha caído este domingo ante el Andratx (0-2) en un partido sin mucha historia. Se notó que los mallorquines eran los únicos que se jugaban algo y lograron un cómodo triunfo.
Los primeros minutos fueron de igualdad. Dos equipos que se medían y que no querían arriesgar mientras buscaban su lugar en el campo. Así se esfumaron los primeros 10 minutos sin que hubiese ninguna ocasión de gol.
Esa monotonía la rompió el conjunto de Casañ con una primera ocasión en el 14. Álex Sánchez no pudo rematar bien un buen centro desde la derecha, pero era el primer aviso.
La respuesta llegó tres minutos después en forma de penalti. Juanmi se fue de todos los que le salieron al paso, se metió en el área y fue derribado. Una oportunidad que no desaprovechó Miquel Llabrés para engañar a Perales y hacer el 0-1.
El gol sentó muy bien al Andratx que estuvo a punto de hacer el segundo con un saque de esquina directo de Miquel Jaume que desvió nuevamente a córner Perales. En el siguiente lanzamiento fue Hermelo el que no llegó por poco. Y un minuto después el linier levantaba el banderín para anular el segundo tanto visitante.
En el 25, se le escapó el control a Marquitos cuando estaba completamente solo en el corazón del área. Oportunidad perdida para los pitiusos.
A la media hora de juego, el Andratx volvió a ver cómo le anulaban un gol. Esta vez en una falta lateral. Le faltaba intensidad al cuadro ibicenco, que poco después de sostenía gracias a un buena parada de Perales.
No pasó mucho más en el resto de la primera parte y con el 0-1 se marcharon los jugadores a vestuarios. Tenía mucho que mejorar la SD Ibiza si quería despedirse de su afición con buen sabor de boca.
La segunda parte arrancó con ocasión rojilla. Delgado lo probó, pero sin acierto. Parecía que salía con otro aire el cuadro de Raúl Casañ. El Andratx tuvo el segundo en el 53. Tras un pérdida en la salida, el balón le llegó a Juanmi, que con todo para marcar, la tiró al muñeco.
Juanmi se rehízo de su error con un golazo. Cogió el balón, arrancó desde su propio campo, nadie le salió al paso y cuando le salieron se fue de todos para acabar cruzando el disparo y mandar el cuero al fondo de la red tras tocar el palo. Un golazo que desató la locura del centenar de aficionados mallorquines.
A partir de ese momento, el partido quedó visto para sentencia. Si la intensidad no había aparecido en el equipo ibicenco en la primera parte, tampoco lo hizo en la segunda. El Andratx con el 0-2 estaba muy cómodo, sin sufrir y sin generar mucho más. El triunfo les daba la salvación y simplemente tenían que llegar a buen puerto sin problemas.
Los minutos fueron cayendo y el 0-2 se confirmó. El derbi balear se lo llevó el Andratx que consigue de paso la permanencia, algo que ya habían hecho los ibicencos la semana pasada.
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