Paco Jémez apostó por Eugeni para jugar en la posición del lesionado Álex Gallar. Por lo demás, el once era muy reconocible. Lo único remarcable fue la ausencia de Iago Indias, que se quedó en el banquillo después de haberse caído de la alineación anterior por una lesión durante el calentamiento. Monjonell ocupó nuevamente su sitio, formando pareja con Guillem.
La primera parte apenas tuvo historia. Ninguno de los dos equipos fue capaz de generar peligro, preocupados más de no encajar que de buscar el desborde. Parecía que sólo una acción a balón parado o un chispazo de calidad individual podía desnivelar la balanza, pero lo cierto es que no apareció ni una cosa ni otra.
La primera aproximación destacable la protagonizó Iker Luque a los nueve minutos de juego, con un disparo desde fuera del área que se marchó alto. De la Udé no hubo noticias en la parcela ofensiva hasta el ecuador de este primer periodo, en una falta lateral que Monjonell no remató bien, si bien la jugada fue anulada por un más que discutible fuera de juego.
El tiempo pasó con más pena que gloria. Los pupilos de Paco Jémez no eran capaces de penetrar en la zaga rojiblanca. Eso sí, tampoco los colchoneros hacían daño. Los porteros eran meros espectadores en un Cerro del Espino donde se esperaba un fútbol mucho más atractivo del que se estaba viendo.
En la recta final, Bebé probó fortuna con un disparo lejano que se marchó muy desviado. El caboverdiano había pinchado muy bien la pelota, pero la ejecución no fue la mejor. Era el minuto 43 y había sido la acción ofensiva más llamativa de la UD Ibiza en una primera parte que no pasará precisamente a los anales de la historia del fútbol.
En la segunda parte, el cuadro local saltó al terreno de juego mejor plantado. El filial del Atlético de Madrid avisó de sus intenciones nada más arrancar el choque con una jugada iniciada con un balón en largo y que acabó con un pase lateral al interior del área que la zaga despejó cuando Janneh se relamía los labios.
La UD Ibiza se encomendó en este periodo a los disparos lejanos de Bebé. El extremo lo intentó varias veces, la primera en el minuto 49.
Jesús Álvarez sufrió un golpe fortuito a los diez minutos de la reanudación fue sustituido por Domènech. Bebé volvió a lanzar desde lejos, de nuevo sin suerte, en el minuto 59. El Atleti, que presionaba arriba y parecía más volcado en la búsqueda de los tres puntos, protagonizó la acción más peligrosa de todo el partido en el minuto 67. Julio Díaz apuró la línea de fondo y tuvo todo el tiempo del mundo para hacer un pase de la muerte que ni Janneh, que golpeó sorprendentemente al aire con todo a favor, ni Iker Luque, que se encontró con la pelota encima y no la remató con certeza, supieron aprovechar. Increíble, pero cierto.
El cuadro colchonero realizó un doble cambio a falta de un cuarto de hora para el final para buscar más mordiente en ataque. Niño, goleador del equipo, y Jano entraron por Pablo Pérez y Joaquín González. Hubo más cambios en la recta final por parte de ambos equipos, pero la historia no cambió mucho. Eso sí, el Atlético de Madrid B tuvo la victoria en el último minuto en una falta de Niño que acabó en el larguero y en un cabezazo de Janneh al que respondió Ramón Juan con una gran intervención.
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