El planeta fútbol corona este domingo a su nuevo rey y Kylian Mbappé, a punto de cumplir 24 años, quiere sentarse en el trono para dejar de ser el heredero y confirmar la hegemonía que está llamado a forjar esta década. Tras su éxito en 2018 quiere seguir haciendo historia. Qatar 2022 es su obsesión y su desafío de emular a Pelé, que conquistó tres Copas del Mundo, pasa por aprovechar una oportunidad de las que casi nunca se presentan.

A la espera de dar brillo a su palmarés internacional con el PSG, el crack del presente y futuro aspira a guiar a los ‘bleus’ hacia su tercera estrella. Es el factor diferencial del equipo de Deschamps, un futbolista imparable cuando arranca. Además de su pegada, Mbappé está acompañado por futbolistas que pueden ofrecerle alternativas y descargarle de responsabilidad, lo que supone un nuevo examen para evaluar su madurez e inteligencia en un escenario en el que se hace difícil no llevar el pulso a la final a un duelo particular con Messi. Su compañero en el PSG está ante su última gran oportunidad de redondear su hoja de servicios y Mbappé pide paso para despojarse de forma definitiva de la etiqueta de heredero para ajustarse la corona.