Los jugadores del Atlético de Madrid celebran el primer gol conseguido ayer en El Sardinero. | FELIX ORDONEZ

El Racing fue incapaz de completar el milagro de la remontada en El Sardinero y volvió a quedarse a las puertas de una final de la Copa del Rey. El Atlético, en cambio, se cita con el Sevilla y volverá a pelear por un título tras muchos años de sequía.
Los cántabros se encontraron con el inicio de partido soñado y a los dos minutos ya habían abierto la lata gracias a un tanto de Valera en propia meta. Sin embargo, la euforia local se deshizo casi al instante, después de que Moratón le devolviera el favor al conjunto rojiblanco anotando en su portería. A partir de ahí, los blanquiverdes necesitaban marcar cinco goles y eran conscientes de que se enfrentaban a una misión imposible.
Pese a todo, el Racing siguió persiguiendo la hazaña y trató de meter presión al once de Quique Sánchez Flores antes del descanso. En cualquier caso, no llegaron a superar en ningún momento el marco de De Gea y se fueron al descanso con la cabeza agachada.
Tras la reanudación, Jurado lo liquidó todo y aseguró formalmente la presencia del Atlético en la gran final.