El ala-pívot español de los Lakers de Los Àngeles Pau Gasol (i) y el ala-pívot de los Sixers de Filadelfia Elton Brand (d), luchan por un rebote. | Efe

La figura del escolta Kobe Bryant y el trabajo sólido del ala-pívot español Pau Gasol evitó que los Lakers de Los Àngeles despidiesen el año con derrota después de ganar por 102-98 a los Sixers de Filadelfia.

La victoria también impidió otra sorpresa y humillación en su propio campo del Staples Center de Los Àngeles, pero los actuales campeones de liga volvieron a demostrar inconsistencia en su juego.

Los Lakers, que perdieron contra los Bucks de Milwaukee (79-98) y los Heat de Miami (80-96), no han tenido tres derrotas consecutivas por dobles dígitos en su campo desde la temporada de 1993.

Bryant con 33 puntos no sólo fue el líder del ataque de los Lakers sino que además consiguió los tantos decisivos que decidieron el triunfo de los dobles campeones de liga, que evitaron tres derrotas seguidas en su campo desde el 2008.

El escolta estrella con 1:15 minuto para concluir el tiempo reglamentario anotó la canasta que rompió el empate a 98-98 que habían logrado los Sixers después de haber remontado una desventaja de 11 tantos con las que llegaron el final del tercer periodo (82-71).

Pero tuvo que ser Gasol, que aportó 20 puntos con ocho rebotes, el que faltando 56 segundos para el final puso un tapón monumental al alero Thadeus Young para evitar que los Sixers pudiesen empatar de nuevo el marcador.

Tras sendos fallos de tiros desde fuera del perímetro de los bases Jrue Holiday y Lou Williams, Bryant forzó con un segundo en el reloj que el novato Evan Turner le hiciese personal a Bryant que aseguró la victoria y sentenció el marcador con los dos últimos tantos anotados de sendos tiros libres.

Gasol jugó 34 minutos para confirmar que ha superado ya la crisis de juego individual por la que atravesó y anotó 9 de 12 tiros de campo, estuvo perfecto con 2-2 desde la línea de personal, recuperó dos balones, puso dos tapones y repartió una asistencia.

El alero Lamar Odom volvió a ser el sexto jugador del equipo al conseguir 18 puntos con siete rebotes y cuatro asistencias que ayudaron a los Lakers a salvar un partido que ellos mismos se complicaron.

El pívot Andrew Bynum, que jugó su primer partido esta temporada como titular de los Lakers en el Staples Center, tuvo presencia bajo los aros al capturar 15 rebotes con ocho puntos, pero el base Derek Fisher sigue sin justificar su titularidad con el equipo al aportar sólo un punto (0-7, 0-1, 1-2) con cuatro asistencias.

Los Lakers nunca estuvieron por detrás en el marcador, pero cuando más fácil tenían el partido para haberlo sentenciado en el cuarto periodo comenzaron a fallar en defensa y tampoco estuvieron acertados en ataque para dejarse arrebatar los 11 puntos de ventaja con los que habían llegado a los últimos 12 minutos del partido.

La victoria, al margen del acierto de Bryant, también fue posible porque los jóvenes talentos de los Sixers fallaron cinco tiros consecutivos en el último minuto.

Los Sixers con racha de 12-2 a la mitad de cuarto periodo se metieron de nuevo en el partido para dejar en evidencia a los Lakers y su inconsistencia.

Holiday aportó un doble-doble de 19 puntos con 11 asistencias y Williams llegó a los 18 tantos para los Sixers que concluyen una gira de ocho partidos seguidos fuera de su campo el próximo lunes cuando se enfrenten a los Hornets de Nueva Orleans.

El alero argentino Andrés Nocioni siguió de titular con los Sixers en el puesto del lesionado Andre Iguodala y aportó 13 puntos con ocho rebotes.

Nocioni jugó 23 minutos para anotar 4 de 6 tiros de campo, incluidos 2 de 3 triples, y 3-5 de personal, además de repartir dos asistencias para los Sixers (13-20), que perdieron el cuarto partido consecutivo en los duelos contra los Lakers.

El partido también sirvió para mostrar la clase del entrenador Doug Collins en otro proceso de reconstrucción de equipo como el que hizo con los Bulls de Chicago cuando formó a Michael Jordan para que luego llegase Phil Jackson, el preferido por la estrella del equipo, para conseguir seis títulos de liga.

Jackson se apuntó luego a otra franquicia ganadora y reconstruida como la de los Lakers para ganar tres títulos con la pareja de estrellas de Bryant y Shaquille O'Neal y ahora en la segunda etapa lograr otros dos anillos con Byrant y Gasol.