El español Rafael Nadal celebra su triunfo sobre el británico Andy Murray. | Efe

Rafa Nadal defenderá el título del Abierto de Estados Unidos tras clasificarse para la final al derrotar al escocés Andy Murray por 6-4, 6-2, 3-6 y 6-2, en 3 horas y 24 minutos de juego y, al igual que el año pasado, peleará por el trofeo con el serbio Novak Djokovic.

De nuevo Nadal fue un muro insalvable para un Murray que ha visto como éste le ha cerrado la puerta de la final en los tres últimos Grand Slams.

El tenista español había anunciado en la previa del partido que para ganar a Murray debía imponer sus mejores cualidades "intensidad y ritmo", y lo consiguió. Nadal cocinó a fuego lento un triunfo en el que enredó a Murray. El escocés entró en el juego que le proponía el campeón desde el fondo de la pista y ahí tenía todas las de perder.

Desde el inicio de vio a un Nadal muy concentrado y con las ideas muy claras. Muy firme al servicio y con una gran seguridad desde el fondo de la pista, donde jugaba con las alturas y sorprendía con zarpazos letales a un Murray que no se encontraba nada a gusto en la pista. Un solo 'break' en el séptimo juego fue suficiente para el mallorquín cerrara el primer set.

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En la segunda manga se vio a un Murray más irregular. Capaz de compaginar puntos extraordinarios con errores de bulto. En su juego había muy poca claridad. Cada vez más temeroso, se refugió en el fondo de la pista donde fue un juguete en manos de Nadal que le barrió por un contundente 6-2.

Murray se vio fuera de la final y decidió jugarse el todo por el todo. Arriesgó más con sus golpes y el partido cambió de rumbo. Tras romperse sucesivamente el servicio en el arranque de la tercera manga el enfrentamiento subió muchos enteros. Se vivieron los mejores momentos del duelo, con puntos de gran calidad que ya no caían solamente de lado del número 2 del mundo.

El escocés encontró un sentido a su juego y empezó a hacer daño a un Nadal que cedió su primer set del campeonato. El partido entró en una fase de gran intensidad. El tercer y cuarto juego consumieron 20 minutos entre ambos. En ellos se decidió el duelo.

Murray desperdició un punto de 'break' en el tercero y Rafa desaprovechó un 15-40 en el cuarto. Pero siguió peleando el juego y en una situación de tensión máxima de nuevo aparecieron los fallos del escocés y Nadal consiguió el quiebre, que consolidó con su servicio para ponerse con un 4-1. La resistencia del escocés se desmoronó definitivamente.

Nadal jugará su segunda final en Nueva York, en una reedición del de la pasada temporada ante Djokovic. Además será la sexta vez que los dos luchan entre sí por un título este año y el balance no puede ser más negativo para el español que perdió las cinco finales en los Masters 1000 de Indian Wells, Miami, Madrid y Roma, así como en Wimbledon.