El Villarreal y el Nápoles se miden en el último encuentro de la fase de grupos de la Liga de Campeones en una situación diferente, pues el equipo local, ya eliminado, no se juega nada, mientras que el Nápoles tiene en sus manos la clasificación.

El Villarreal necesita ganar por la honra y la repercusión económica de la victoria, mientras que el Nápoles accederá a la segunda fase si gana o consigue el mismo resultado que el Manchester City en su partido en terreno inglés ante el Bayern Múnich, ya clasificado como primero de grupo.

Por ello el Nápoles afronta este encuentro como «el partido del año», según han declarado varios integrantes de la plantilla, desde el entrenador, Walter Mazzarri, al delantero macedonio Goran Pandev o el argentino Ezequiel Lavezzi.

Lo que para el Villarreal es un trámite, también se ha convertido en una cuestión de amor propio por el deseo del club español de no despedirse de la competición sin ganar.

El partido ha estado marcado por las dudas que han llegado desde Manchester sobre la competitividad del Villarreal y por las procedentes de Italia sobre una excesiva motivación.

No en vano, al Nápoles solo le valdría la victoria, o una carambola de resultados que perjudicase al Manchester City inglés de Sergio Agüero y David Silva, el rival del que le separa un único punto en el grupo A.

Todo ello obligará al Villarreal ha jugar con seriedad para evitar convertirse en el peor equipo español en una fase de grupos de la Liga de Campeones, lo que se evitará con una victoria.

El partido para el equipo castellonense no se puede desvincular de la trayectoria irregular en la Liga, donde tras una pequeña reacción, las derrotas en Málaga y Santander han vuelto a decepcionar al entorno del equipo.

Con todo ello, la gran incógnita es saber con que armas afrontará el técnico Juan Carlos Garrido este encuentro en el que la novedad es la recuperación de buena parte de los lesionados, pues no se descarta la posibilidad de que reserve futbolistas para la Liga, la competición clave para el club a partir de ahora.

Futbolistas como Cristian Zapata, Javier Camuñas o Gerard Bordas, ya están recuperados. Con lo que en la enfermería amarilla solo permanecen dos jugadores, Giuseppe Rossi y José Manuel Catalá. El resto está disponible para afrontar el partido

Pese a ello, Rubén Gracia «Cani», con unas molestias en la rodilla, podría descansar, mientras que Borja Valero sufre una gastroenteritis, de la que se espera esté recuperado para el encuentro.

El club italiano ha logrado vender ya 1.530 entradas a aficionados que no querrían perderse un acontecimiento «histórico» que no sucedió ni en los tiempos en que Diego Armando Maradona militó en el club italiano (1984-1991).

Alineaciones probables:

Villarreal: Diego López, Mario, Musacchio, Gonzalo, Oriol, Bruno, Senna, Borja Valero, Hernán Pérez, Nilmar y Ruben.

Nápoles: De Sanctis; Campagnaro, Cannavaro, Aronica; Maggio, Gargano, Inler, Dossena, Hamsik; Lavezzi y Cavani.

Árbitro: Svein Oddvar Moen (NOR).