El destino de tres viejos ‘rockeros’ del fútbol insular se cruzará la próxima temporada en Tercera División. Una generación de exfutbolistas con un pasado entrelazado conducirá los destinos de tres de los cuatro representantes pitiusos en la categoría.

El barcelonés Mario Ormaechea (44), el gallego Vicente Román (47) y el ilerdense Luis Elcacho (48) defenderán desde los banquillos de la Peña Deportiva, San Rafael y Formentera tres maneras de entender el fútbol afines por su coexistencia en los terrenos de juego, pero bien diferenciadas una vez colgaron las botas.

Todos ellos saborearon el profesionalismo en la década de los 90 y desde hace unos años buscan hacerse un nombre entre la amplia nómina de entrenadores de categoría nacional.

El carismático

El primero basa parte de su éxito en unas profundas convicciones. De marcada personalidad, Ormaechea no admite las medias tintas en los terrenos de juego. Ni dentro, como demostrara en equipos como la SD Ibiza o la Peña Deportiva, ni fuera. Es un experto en el aspecto motivacional de la plantilla. Contagia al equipo su temperamento. Es todo corazón. Con el San Rafael demostró que la unidad del vestuario y el rigor táctico reportan resultados, más allá de los contratiempos u otras limitaciones. Mario es fiel a sus ideas. Como el delantero impetuoso y físico que fue hace unos lustros, sigue infundiendo respeto a sus rivales fuera del rectángulo de juego.

El debutante

Vicente Román conoce bien la psique de Mario Ormaechea. Compartir banco y ducha permite este tipo de licencias. La próxima temporada tendrá el difícil reto de sustituirle en la caseta ‘blue’. Sin temor, pero alineado con la suspicacia. Vicente, como buen gallego, no suele lanzarse a la piscina de cabeza sin apreciar antes el fondo. Observador y de talante más moderado que su excompañero de equipo, Román también es diestro en el arte de estimular un grupo. Lo ha demostrado en Puig d’en Valls y espera repetir el guión en su primera aventura como técnico en Tercera División. El exguardameta, lejos de ese protagonismo que acaparan los jugadores de campo, fundamenta su trabajo en el esfuerzo colectivo y la solidaridad del vestuario.

El ‘dandy’

En Formentera tendrá otro aliado de su pasado más reciente. Su adalid en la SE Eivissa fue Luis Elcacho, el nuevo inquilino del banquillo del Formentera. Odiado y querido a partes iguales, el míster de Lleida no pasa indiferente por los clubes a los que va. Fue un cotizado zaguero en equipos como el Real Oviedo y el Lleida. Desde su debut como responsable técnico del Monzón aragonés, Elcacho no se ha apeado de su particular montaña rusa. Demostró personalidad y agallas en la turbulenta Eivissa de Pedro Ortega y, más recientemente, en el defenestrado Sporting Mahonés. Tras un breve periodo como auxiliar en el FC Ascó catalán, Elcacho afronta un reto apasionante en la pitiusa menor. Sin prejuicios, asumiendo riesgos.

En esta particular batalla de egos, el principal beneficiado debería ser el fútbol insular. Una generación de hombres que trilló los campos de tierra de media España y que ahora tiene la misión de instalar su impronta en tres clubes con estilos y objetivos asimétricos.