De izquiera a derecha Mar Sánchez, Juanan Ripoll, Javier Escandell y Rafa Triguero, ayer durante la rueda de prensa ofrecida por el CV Eivissa. | R.J.P.

Eivissa tendrá la próxima temporada un club en la máxima categoría de un deporte de élite nacional. No solo eso, el Club Voleibol Eivissa será uno de los dos máximos representantes del deporte de equipos en Balears junto con el RCD Mallorca de fútbol.

El presidente de la entidad ibicenca, Javier Escandell, y el gerente y responsable deportivo, Juanan Ripoll, anunciaron ayer que el club acepta el reto de competir la próxima temporada en Superliga masculina. Lo hará de la mano de Ushuaïa, su nuevo patrocinador principal.

El CV Eivissa realizará hoy la inscripción incluyendo un primer pago de 3.500 euros. Hasta el próximo día 19 de julio puede hacer efectivo el segundo pago en concepto de inscripción, por valor de otros 3.500 euros, y deberá presentar también el aval de 15.000 euros a la Federación Española.

Javier Escandell explicó que la directiva tomó la decisión ayer mismo, 15 minutos antes de la rueda de prensa que tuvo lugar en el Patronato Municipal de Deportes de Vila. «Aceptamos un gran compromiso. Se lo debíamos tanto a los jugadores, por estos cuatro ascensos, como al deporte pitiuso, porque nos estábamos quedando sin representación», señaló el máximo portavoz del club.

El siguiente paso será firmar, el próximo martes, el contrato de patrocinio con Ushuaïa. Será entonces cuando se desvelen todos los puntos del acuerdo.

El club tendrá ahora «siete meses por delante para hacer caja», apuntó Escandell, quien quiso recordar que la entidad que preside «no tiene déficit» a pesar de las deudas que mantiene con ella el Govern balear a través de la Fundació Illesport.

El presidente no ha sido ajeno en las últimas semanas al paulatino derrumbamiento del deporte profesional en las islas. «Las noticias que se iban dando nos dejaban como único exponentes de la máxima categoría a nivel balear. Aceptamos porque no queríamos que la última imagen fuera la de la Copa Príncipe, que después de cuatro ascensos dejáramos morir al equipo. Nos habríamos arrepentido el resto de nuestra vida», agregó durante la rueda de prensa.

Ripoll remarcó que la directiva se lanza a la aventura porque «todo el mundo ha estado detrás». Eso sí, las circunstancias obligan al club a remar solo en Superliga ya que no tendrá grandes subvenciones institucionales.

El Ayuntamiento, no obstante, se encargará de habilitar el pabellón de es Viver a la nueva categoría. Mar Sánchez, regidora de Deportes, desestimó la idea de colocar asientos en las gradas porque restarían aforo a los encuentros. Sí habrá reformas y se baraja solicitar a Ushuaïa la instalación de un gran vídeo marcador para los encuentros.

El proyecto

Javier Escandell se refirió también al presupuesto que manejará el club, 250.000 euros, y a la próxima campaña de captación de socios, imprescindible en cualquier club de máxima categoría. «El pabellón se tiene que llenar, ahí se verá si la decisión nuestra ha sido acertada o no. Necesitamos el apoyo de los seguidores. Habrá campaña de socios, pero los precios serán asequibles, igual que las entradas a los partidos», agregó.

En su repaso a las reuniones mantenidas en las últimas semanas para valorar el futuro del club, Escandell hizo mención a una curiosa anécdota: «Cuando la idea era decir que no y vi que renunciaba el Ciutadella Voley copié la renuncia por si era necesario, ellos tienen más experiencia en estas cosas». Sin embargo, «el vértigo y la responsabilidad» obligaron a Escandell a dar el paso a Superliga.

El objetivo ahora es cerrar acuerdos de colaboración, «dejar la camiseta como si fuera un puzzle», remarcó Escandell en referencia a los anuncios de patrocinadores. Entre esos acuerdos está pendiente de rubricarse el de la agencia de viajes del grupo Abel Matutes para los desplazamientos.