Mario Mola en una de las tiendas de la zona internacional de la Villa Olímpica. | Fernando Fernández

Para el triatlón balear, los Juegos de Londres marcarán un punto de inflexión. Por primera vez, un deportista de las islas tomará parte en la lucha por las medallas, y lo hará como una de las posibles sorpresas en el completo recorrido que tendrá como escenario uno de los lugares más emblemáticos de la City, Hyde Park (12:30, hora española).

Por delante, 1.500 metros de natación en ‘The Serpentine’, 43 kilómetros de ciclismo (7 vueltas a un circuito de 6’137 kilómetros) y diez de carrera a pie (4 giros a un recorrido de 2’5 kilómetros) que acabarán por coronar a los mejores. En una cita marcada por el favoritismo de los ídolos locales, los hermanos Alistair y Jonathan Brownlee, y con el español Javier Gómez Noya dispuesto a saldar la deuda que los Juegos tienen con nuestro triatlón, la nómina de aspirantes se amplía a otros hombres que llegan con resultados notables a la cita más esperada del calendario.

El alemán Jan Frodeno defenderá el oro de Pekín, de la misma forma que el neozelandés Bevan Docherty buscará el único metal que le falta, tras ser bronce en 2008 y plata en Atenas 2004. El australiano Brad Kahlefeldt, el italiano Alessandro Fabian, el francés Laurent Vidal o el canadiense Simon Whitfield, primer campeón olímpico de triatlón (oro en Sydney 2000 y plata en Pekín) son otros de los nombres propios de una competición en la que las sorpresas están al orden del día. Y ese factor es el que intentará explotar Mario Mola, campeón mundial júnior y sexto en el reciente europeo, además de estar delante en las Series Mundiales.

Baza española
Javier Gómez Noya acumula las opciones de medalla españolas. El gallego, doble campeón mundial, triple continental y vigente ganador del Europeo, fue cuarto en Pekín, por delante de Iván Raña, también quinto en Sydney y 23º en Atenas. El vigésimo lugar de Eneko Llanos en la capital griega completa el balance más notable del triatlón español en unos Juegos. Repetir diplomas, pero por encima de todo, sumar la perseguida primera medalla, es el gran desafío de Gómez Noya, Mario Mola y José Miguel Pérez, la tripleta española en un recorrido llano y en el que la salida del agua resultará clave para realizar la primera criba. Las esperanzas del mallorquín pasan por mantener el tipo en los dos primeros segmentos y asestar un golpe en la carrera a pie, su punto fuerte. El triatleta del ADA Calvià espera poder escalar posiciones en el tramo final y meterse en la lucha por las diez primeras plazas o los diplomas. Desde ese punto, en función del desarrollo de la carrera, todo es posible.

Rio de Janeiro
Mola quiere disfrutar de la experiencia, conocer a fondo el último gran evento en el que le faltaba por competir, y sembrar de cara a Río 2016, cuando las expectativas le sitúan entre los grandes de este deporte, dada su progresión e historial. Sobre la hora y cincuenta minutos se espera que sea el tiempo que necesiten los primeros clasificados para completar el recorrido, con la climatología como rival añadido, dada su inestabilidad en Londres, aunque la previsión no anuncia lluvias para la jornada de hoy.

Y como soñar no cuesta nada, Mario Mola espera poder mantener el ritmo de los mejores para conseguir el resultado más notable posible y así completar una temporada excepcional, en la que su regularidad y capacidad de administración de fuerzas y del calendario le han permitido hacerse con la segunda plaza (por detrás de la fija de Gómez Noya) del equipo español de triatlón, que hoy verá nadar, pedalear y correr por Hyde Park a uno de los nombres propios del futuro.

EL DATO
Mario Mola a horas de su estreno olímpico admite que siente «los nervios previos a una carrera como cualquier otra. Es un triatlón y no vamos a hacer nada que no hayamos hecho antes, pero iré a hacerlo lo mejor posible», asegura. Londres supondrá una buena experiencia sabedor de que son otros los que están llamados a pelear por las primeras plazas, a las que no renuncia. «Son los favoritos los que deben gestionar la presión. Yo no me obsesionó con un resultado, veremos cómo se desarrolla la carrera y sabremos a qué podemos optar», explica. La opción de podio o al menos diploma, no la descarta el primer mallorquín que participa en unos Juegos. «Todos hemos soñado con una medalla. El favorito no gana siempre, y si me encuentro bien en el sector de carrera a pie, puedo hacer un buen resultado. Las medallas están difíciles, pero no imposibles», dice.