José Antonio Ferrer, presidente del ‘Puchi’, se mostró favorable a la idea: «Si nos juntásemos, podríamos tener un equipo en Primera Nacional sobradamente». «Dejaríamos las discrepancias y remaríamos toda la isla en la misma dirección», agregó Ferrer, consciente de la necesidad de ir todos a una: «Eivissa no puede tener dos o tres equipos siendo gallitos e intentando jugar en Nacional. Tiene que haber uno. Esto debe ser así en cualquier deporte. La unión hace la fuerza y cuantos más nos juntemos, mucho mejor».
Con todo, el ‘presi’ del HC Puig d’en Valls, que se mantuvo «al margen de todo» y fueron otros directivos los que estuvieron presentes en la reunión con el HC Eivissa, sabe que la operación no es fácil: «De momento, no hay nada seguro. La intención es conjuntarnos, pero no hay nada cerrado».
«Primera piedra»
Miguel Ángel Escandell, máximo dirigente del HC Eivissa, se manifestó en un discurso similar. Reconoció que se ha puesto «una primera piedra», pero insistió en que «todo está en el aire y ni siquiera se puede hablar de proyecto». Quiso dejar claro que «no se trata de una fusión de clubes». «Los dos clubes mantendrían su integridad. Juntaríamos un equipo en Segunda Nacional con un primer año de prueba. De unificación, nada. Cada uno tendría su entidad propia. En un futuro, si todo está yendo bien, se puede plantear que las categorías superiores se unifiquen, pero es una cosa muy difícil porque lo han intentado sin éxito en otros deportes. Si lo consiguiéramos nosotros sería todo un logro», comentó.
Escandell reconoció que «han habido contactos» y que la idea inicial es que jugadores del ‘Puchi’ se trasladen al HC Eivissa. Eso sí, recordó que tiene una serie de jugadores que han defendido al club estos años y que no piensa dejarlos en la estacada: «Lo primero es lo deportivo y ahí prima la decisión de nuestro entrenador, que llega esta semana. A día de hoy, han habido contactos para que algunos jugadores se vengan con nosotros, pero tenemos una plantilla juvenil y otra sénior para seguir compitiendo con garantías, y lo que no queremos es que vengan una serie de jugadores y algunos nuestros se queden sin jugar al balonmano. Tendríamos que encontrarles una salida. Vamos a mirar por ellos, que han batallado en el club en los últimos años, y no vamos a dejar sin jugar a nadie».
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