El jugador del Athletic, Mikel San José, celebra el gol marcado ante el Rayo con su compañero Ander Herrera. | Efe

Rayo Vallecano 0 - 3 Athletic de Bilbao

Rayo Vallecano: Rubén; Arbilla, Zé Castro, Gálvez (Seba Fernández, m.67), Nacho; Trashorras, Saúl; Rochina (Embarba, m.38), Bueno, Iago Falque; y Larrivey.


Athletic de Bilbao: Iraizoz; Iraola, San José, Laporte, Balenziaga; Iturraspe, Mikel Rico; De Marcos, Ander Herrera (Erik Morán, m.82), Susaeta (Guillermo, m.88); y Aduriz (Toquero, m.84).

Goles: 0-1: M.20 San José; 0-2: M.30 De Marcos; 0-3: M.74 Ander Herrera.

Árbitro: Fernández Borbalán (comité andaluz). Amonestó a Larrivey (m.45), Saúl (47), Arbilla (49) y Zé Castro (73), del Rayo; y a Aduriz (76), del Athletic.

Incidencias: encuentro correspondiente a la trigésima sexta jornada de la Liga BBVA disputado en el Estadio de Vallecas ante unos 14.000 espectadores. El partido comenzó con quince minutos de retraso debido al lanzamiento y posterior recogida de papeles en uno de los fondos del estadio. A los 30 minutos de juego, el encuentro se interrumpió al caerse una valla de la tribuna lateral baja del estadio por una avalancha de aficionados bilbaínos al celebrar el segundo gol de su equipo.

El Athletic goleó en Vallecas al Rayo (0-3) con tantos de San José, De Marcos y Ander Herrera y logró asegurarse la cuarta plaza de la clasificación que le permitirá en verano disputar la previa de acceso a la Liga de Campeones, dieciséis años después de su última participación en el máximo torneo continental.

Con quince minutos de retraso debido al lanzamiento de papeles que impedían ver una línea de fondo del terreno de juego, el partido, que se intuía una fiesta del fútbol desde las gradas, con varios miles de aficionados llegados desde Bilbao y que hicieron sombra por momentos a la afición local, no defraudó.

Tras unos minutos de tanteo, con dominio alterno pero sin ocasiones, el Athletic comenzó a hacerse dueño del partido, el tiempo que tardaron Ander Herrera y De Marcos en enlazar un par de jugadas por el costado derecho que pusieron en aprietos a la dubitativa zaga del Rayo.

A los 15 minutos, el conjunto vasco pudo adelantarse con una doble oportunidad de Mikel Rico, cuyo disparo se marchó alto tras tocar en un rival, y Aritz Aduriz que cabeceó un saque de esquina por encima del travesaño.

Ese dominio del Athletic tuvo su recompensa a los veinte minutos, de nuevo con una jugada a balón parado. Markel Susaeta lanzó un córner desde el costado izquierdo y San José, aprovechándose de una mala salida del portero Rubén Martínez, cabeceó picado al fondo de las mallas.

El Rayo no acusó el golpe y, lejos de arrugarse, siguió fiel a su estilo y tuvo un par de acercamientos con cierto peligro por medio de Alberto Bueno y el argentino Joaquín Larrivey, pero la zaga visitante, muy segura con Laporte y San José como líderes, impidió que los locales recortaran distancias.

A los 30 minutos, y de nuevo a balón parado, el Athletic amplió su ventaja con un remate de Óscar De Marcos a un balón que se había quedado muerto dentro del área tras un saque de esquina.

Con ese marcador, el técnico del Rayo, Paco Jémez, movió el banquillo y dio entrada a Adrián Embarba. El canterano ocupó la banda derecha de Rubén Rochina y destacó por su atrevimiento y descaro en el uno a uno, aunque pecó de falta de profundidad en los últimos metros, lo que lastró mucho el apartado ofensivo de su equipo.

El Athletic, pese a encontrarse muy cómodo sobre el césped con Ander Herrera y Mikel Rico dirigiendo sin apuros el juego de su equipo, apenas gozó de ocasiones hasta bien entrada la segunda mitad, como un disparo de falta de Susaeta que se marchó alto a los 63 minutos.

En un intento valiente por la remontada, Jémez puso sobre el césped al delantero uruguayo Seba Fernández y quitó al central Alejandro Gálvez, pasando a una defensa de tres.

La apuesta del técnico canario no funcionó porque a los seis minutos del cambio su equipo recibió un nuevo mazazo que lo terminó por desanimar.

Ander Herrera, con una falta ajustada al palo derecho de Rubén y que superó por el exterior a la barrera, redondeó la goleada y llevó el júbilo a las gradas de Vallecas, que, debido a los varios miles de aficionados llegados desde Bilbao, se llenaron de bufandas franjirrojas.