Cristiano, desquiciado. La victoria del Real Madrid en Córdoba estuvo marcada por el sufrimiento y, sobre todo, por la expulsión del internacional portugués, que propinó una patada a Edimar como colofón a su desastroso encuentro ante el equipo califal. Cristiano Ronaldo vio la roja y fue despedido entre abucheos. | Marcelo del Pozo

Un penalti transformado por el galés Gareth Bale, a dos minutos del final, dio una sufrida victoria al Real Madrid (1-2) ante un buen Córdoba, que tuvo al conjunto blanco, maniatado todo el partido, en el que Cristiano fue expulsado con roja directa.

En el primer minuto, un disparo de Bebé se estrelló en los brazos de Sergio Ramos y Ghilas aprovechó la pena máxima. El equipo blanco, sin imaginación y frescura, solo era capaz de crear peligro a balón parado. Así llegó el empate, en el minuto 26, tras un saque de esquina botado por James que peinó Bale y remató Benzema desde el suelo al fondo de las mallas.

La segunda mitad comenzó con el Córdoba más agazapado en su área y buscando los contragolpes aprovechando los desbarajustes defensivos del Real Madrid. La tuvo Florín, que en el minuto 67 aprovechó una mala cesión de Varane a Casillas para enviar el balón al larguero tras una vaselina.

El susto despertó al conjunto blanco, que dio un paso al frente, aunque le faltó claridad para llegar con peligro a la portería de Juan Carlos. Las pocas ocasiones desquiciaron al Madrid y a Cristiano, que culminó su desastroso partido con una patada a Edimar. Cuando parecía que el partido acabaría en tablas, una falta botada por Bale se estrelló en la mano de Fede Cartabia. Penalti y expulsión del argentino que Bale tradujo en el 1-2 desde los once metros.