Raúl Muñoz ejecuta un remate durante el partido de la jornada anterior entre el Ushuaïa Ibiza Voley y el Mediterráneo. | Toni Escobar

Vuelta a las andadas. Los fantasmas del pasado regresan al seno del Ushuaïa Ibiza Voley. Después de haber puesto fin la jornada anterior a una mala racha de tres derrotas consecutivas, el conjunto de Toni Gino volvió a sufrir un nuevo revés, en concreto contra el Cajasol Juvasa (3-2). Y ya van cuatro, más que victorias incluso (3-4), algo impropio de una escuadra confeccionada para tutear a los dos colosos de la competición: el Unicaja Almería y el CAI Teruel.

Los amarillos tienen el grave problema de no saber cerrar los partidos. Es como si un exceso de confianza se apoderara del equipo hasta el punto de irse por completo del mismo. Además, es la tercera vez que hinca la rodilla en el quinto set, incapaz de aguantar la presión. Ayer, los ibicencos desaprovecharon hasta ocho bolas de partido, cuatro en el la cuarta manga y otras tantas en la última. Eso le pasó factura. Por el contrario, el cuadro local aprovechó la primera que tuvo para anotarse la victoria. Increíble, pero cierto.

El partido comenzó bajo el guión previsto, con un Ushuaïa imponiendo su teórica superioridad sobre la pista. Un 3-7 de inicio obligó a José Manuel González, entrenador de los sevillanos, a pedir el primer tiempo muerto del encuentro. No sirvió de mucho, pues los visitantes ampliaron su ventaja hasta una máxima de seis puntos (5-11). Con todo, los locales reaccionaron tímidamente para colocarse a dos (14-16), si bien no resultó ser más que un espejismo. Diedhiou y Bruque tiraron del carro para recuperar la máxima renta (15-21) y dejar encarrilado un primer set que acabó 21-25 con un potente remate del central.

La segunda manga comenzó con la igualdad por bandera hasta el 6-6. En ese instante, la imagen de uno y otro cambió por completo y los hispalenses tomaron cinco puntos de ventaja (12-7) que llegaron a aumentar a seis (17-11). Los pupilos de Toni Gino no arrojaron la toalla (21-19), pero la reacción se quedó incompleta y el Cajasol Juvasa estrenó su marcador de sets para equilibrar la contienda (25-20, 1-1).

El panorama empezó a oscurecerse en el tercer juego. Los locales se escaparon de cuatro (8-4) tras un ace de Machacón, jugador que hizo ayer mucho daño a los pitiusos. Los amarillos se pusieron entonces el mono de trabajo, empataron el duelo (10-10) y completaron la remontada con un saque directo de Bruque (16-17). Cuando los visitantes alcanzaron dos puntos de renta (17-19), el Cajasol paró el partido con un tiempo muerto. Les sirvió para nivelar la balanza (20-20), pero un remate de Raúl Muñoz, un bloqueo de Diedhiou y un saque ace de Borges encarrilaron el set para un Ushuaïa Ibiza Voley que se lo apuntó con un remate de Cardenache por 22-25.

El cuarto set fue más propio de una película de Hitchcock que de un partido de voleibol. El equipo sevillano mandó al principio para tomar una ventaja de cuatro puntos (7-3), pero el Ushuaïa se convirtió entonces en un ciclón. Tras el 11-9, los visitantes endosaron a su rival un parcial 0-7 para encarrilar el triunfo (11-16), con cuatro puntos de Ronchi incluidos. Con 13-17, el Cajasol pidió tiempo muerto, remontó (19-18) y disfrutó de una primera bola de set (24-23). No la aprovechó y el cuadro de Toni Gino dispuso de hasta cuatro match points a los que tampoco sacó partido. Finalmente, un saque directo de Nassini y un posterior remate de Machacón para hacer el 31-29 certificaron la disputa del tie-break.

Lo que se vivió en él fue increíble. El Ushuaïa tenía la victoria en la mano gracias a un 8-13, pero sorprendentemente la dejó escapar. Llegó a gozar de cuatro puntos de partido, pero el destino quiso que no escalara hasta la tercera plaza y que un nuevo revés lleve las dudas al seno del Ushuaïa.