El rey Felipe junto al presidente de la Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar (2d), y el lehendakari Íñigo Urkullu (d), durante la interpretación del himno al inicio del partido de la final de la Copa del Rey de fútbol que disputaron el pasado 30 de mayo el Athletic Club de Bilbao y el FC Barcelona en el Camp Nou. | Efe

La Audiencia Nacional ha obligado al juez Fernando Andreu a investigar la pitada al himno nacional que tuvo lugar el pasado 30 de mayo durante la final de la Copa del Rey, presidida por Felipe VI, en el Camp Nou mientras se disputaban el título el Fútbol Club Barcelona y el Athletic Club de Bilbao.

La Sección Tercera de la Sala de lo Penal ha estimado el recurso que presentó la Fiscalía, al que se adhirieron Manos Limpias y el partido político VOX, contra la decisión de Andreu de archivar este procedimiento y ordena adoptar las diligencias de investigación pertinentes para determinar la posible comisión de un hecho delictivo y las personas que lo llevaron a cabo.

El instructor basó su sobreseimiento en que los hechos fueron «idénticos o prácticamente afines» a los que sucedieron en 2009, cuando hubo otra pitada al himno de España en presencia del Rey y con la participación de los mismos equipos, y el procedimiento fue archivado con el apoyo del fiscal.

Los magistrados Alfonso Guevara, Antonio Díaz Delgado y Fermín Echarri replican en su auto que el «ambiente institucional respecto a la independencia de Catalunya en 2009, es muy diferente a la de 2015».

«Basta ver como hecho notorio, los acontecimientos y las decisiones políticas de los órganos de Gobierno de Catalunya que se han adoptado en los últimos dos años en ordena a conseguir la independencia de Catalunya respecto a España», ilustran.

«NO PUEDE COMPARTIRSE LA VEJACIÓN A LOS SÍMBOLOS»

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Dicho esto, exponen que «no puede compartirse la vejación a los símbolos de la nación española y al jefe del Estado de una manera planificada» como ha sucedido con la pitada, que la Fiscalía calificó de «masiva y colectiva».

Añade que se aprovecharon la publicidad de los medios de comunicación que cubrían el partido para «potenciar el deseo de menospreciar a España tanto en el ámbito nacional como internacional, lo que conlleva una situación desproporcionada que excede de una mera situación desagradable».

Por ello, la Sala de lo Penal pide investigar dicha planificación, así como la circunstancia de que a la entrada del evento deportivo se repartieran silbatos entre los asistentes para «magnificar» el acto «lesivo», pues ello redundaría en una «voluntad coordinada hacia el menosprecio a los símbolos de España».

INJURIAS A LA CORONA Y ULTRAJES A ESPAÑA

Los magistrados se alinean con la posición de la Fiscalía, que consideró que los actos ejecutados con una «desproporción no justificada» para la defensa de las ideas, obedecieron a un plan «determinado y premeditado» para ofender y despreciar al jefe del Estado y al himno nacional.

La Fiscalía consideró que los silbidos de la final del torneo pueden tipificarse en el artículo 490.3 del Código Penal, que castiga las injurias al Rey en el ejercicio de sus funciones con una pena de seis meses a dos años de prisión si fueran graves, y con una multa de seis a doce meses en caso de no serlo.

A su juicio, la pitada constituye también el delito previsto en el artículo 543 del Código Penal, que castiga las «ofensas o ultrajes a España, a sus comunidades autónomas o a sus símbolos o emblemas, efectuados con publicidad», con una multa de siete a doce meses de prisión.