Rafael Nadal y Toni Nadal,durante una sesión de entrenamiento. | JACKY NAEGELEN

La reconquista de Roland Garros arranca este martes para Rafael Nadal, que entra en acción ante el australiano Sam Groth. El mallorquín inicia (12:30 aproximadamente/Eurosport) su duodécima participación en el Grand Slam francés dispuesto a reclamar su trono en la tierra ante el deseo de Novak Djokovic de completar sus vitrinas con todos los grandes.

Nadal, que ha dejado constancia de sus buenas prestaciones en una campaña de tierra batida en la que ha conquistado Montecarlo y Barcelona y alcanzado las semifinales en Madrid y los cuartos de final en Roma, quiere entrar con buen pie ante Groth. Nunca se han enfrentado y hoy vivirán un episodio en el que el balear parte como claro favorito.

La principal amenaza del australiano es el servicio y un estilo de que no permite mucha continuidad en el juego. La primera ronda siempre es un encuentro complejo para el balear, que tendrá dificultades para contener el saque del número 100 del ránking, poseedor del récord del servicio más rapido de la historia con 267 kilómetros por hora.

Otra de las circunstancias que marca el estreno del mallorquín es su irrupción en el torneo en la Suzanne Lenglen. el número uno del mundo, Novak Djokovic, entra en escena en la Philippe Chatrier, mientras que Nadal jugará el segundo partido de la segunda pista en importancia del complejo del Bosque de Bolonia.

Confianza

Lejos de las dudas que le lastraron su 2015, el nueve veces campeón de las Copa de los Mosqueteros ha preparado a conciencia su participación en las mismas instalaciones del Grand Slam galo, aunque la lluvia ha condicionado la cuenta atrás obligándol a ejercitarse ayer bajo techo.

La baja de Federer ha concedido a Nadal la condición de cuarto cabeza de serie y la posibilidad de esquivar a Djokovic más allá de los cuartos, donde cayó en 2015 precisamente a manos del serbio. El balear evita al serbio hasta un hipotético duelo en semifinales, pero antes tendrá un camino que se complica. Nadal, que acostumbra progresar a medida que supera rondas, no debería tener problemas ante Groth ni luego ante Bagnis, pero, si se produce el avance de los favoritos, se las tendría que ver con Fognini, con Thiem en octavos y Tsonga en cuartos.

Sin embargo, las cábalas no pasan por la cabeza de Nadal, que siempre recela de la primera ronda y cuenta con la experiencia del sufrimiento acumulado ante otro cañonero como Isner en 2011.