Sergi Roberto ha sido uno de los destacados por su trabajo en el centro del campo y por su gol. | Reuters

El Barcelona ha derrotado en el arranque liguero a un Real Betis tímido y agazapado, que no llegó con excesivo peligro a la portería de Ter Stegen en los noventa minutos, rubricando así un estreno con mejores sensaciones que las que dejó la Supercopa de España.

Ante la ausencia de Luis Suárez, Leo Messi debía encontrar a nuevos socios en el ataque local. No fue Paco Alcácer el preferido, algo perdido el valenciano en la banda izquierda durante todo el encuentro. En su ausencia, Gerard Deulofeu y Sergi Roberto destacaron especialmente en la primera mitad, tanto en la tarea ofensiva como en el trabajo de recuperación.

No destacó la velocidad y la magia de las combinaciones de los culés, aunque todos buscaban a Messi insistentemente entre líneas. Sí fue digna de mención la presión arriba, con trabajo y constancia de casi todos, especialmente de Sergio Busquets, y los movimientos de transición.

Barcelona y Betis

En dos minutos eléctricos, 36 y 38, llegaron los goles que a la postre les darían el triunfo. Primero una buena combinación entre Messi y Deulofeu acabó con un lanzamiento cruzado del catalán, que tocó Tosca de forma involuntaria antes de introducirse en la red. Luego fue Sergi Roberto, quien anotó casi a placer después de que el propio Deulofeu recuperara la pelota y esperara pacientemente la llegada de su compañero en la Masía.

Entre ambos tantos, una buena intervención del 'jefecito' Mascherano cortó una ocasión de Sergio León, que encaraba al portero teutón del Barcelona y que podía haber supuesto el empate para los andaluces si el hoy sustituto de Gerard Piqué no hubiera reaccionado con rapidez.

Dominaron de cabo a rabo los de Valverde, y también destacó Semedo, en el que fue su debut ante su nueva afición. En un Betis un poco contemplativo solo propusieron opciones diferentes y creativas el eterno Joaquín y León, algo que no cambió en la segunda mitad.

A los de Quique Setién les costó remar contracorriente, y el Barça se mostró cómodo, dominando y generando ocasiones. Hasta tres balones al palo envió Messi, quien se marchó sin poder sumar esta vez en su faceta anotadora, aunque un día más había sido el principal argumento ofensivo de los azulgranas, que inician la competición liguera sin conocer la derrota por noveno curso consecutivo.