Pedro Mas y Rafel Abraham en Es Baluard. | Pere Bota

El motor balear está de moda. Más allá de los notables resultados de sus pilotos, dos dirigentes isleños ocupan cargos de máxima responsabilidad al frente de las dos federaciones nacionales de referencia. Además de presidir sus respectivas territoriales. Pedro Mas y Rafel Abraham son los rostros visibles del motociclismo y el automovilismo balear. A sus labores de presidentes en el marco isleño, han unido en los últimos meses dos cargos de enorme responsabilidad y trascendencia que recompensan la labor que desde el archipiélago se realiza a nivel de despachos y gestión.

Mas agota su etapa como presidente de la gestora que rige los destinos de la Real Federación Motociclista Española (RFME), tras la salida de Àngel Viladoms. El próximo domingo, Manuel Casado asumirá la presidencia, y con ello, la interinidad de Mas llegará a su fin tras cuatro meses y medio en los que desarrollar el proceso electoral y la transición era su meta. Ahora, podrá centrarse al 100% en desarrollar la gestión iniciada en 2014 al mando de la Federació Balear de Motociclisme (FBM).

En el caso de Abraham, el volantazo al frente de la Real Federación Española de Automovilismo, y la entrada de Manuel Aviñó, llevó consigo la incorporación del presidente de la Federació d’Automobilisme de les Illes Balears (FAIB) como uno de sus tres vicepresidentes.

Mas recuerda su paso de directivo de la RFME a presidente de la gestora, «algo que ni me había planteado. Creí que era una buena ocasión para extrapolar aspectos de la balear a la española. Ha sido un placer, pero también un duro trabajo».

Abraham «jamás» imaginaba que iba a ser elegido por Aviñó para ser uno de sus hombres de máxima confianza en la nueva RFEdA. «Ambos queríamos un cambio, construir una nueva federación. Cuando ganó la votación, esa misma noche, me desveló que me quería como vicepresidente, y no me lo pensé».