Representantes de algunos de los principales clubes de Balears que compiten en categorías no profesionales a nivel nacional tras una reunión en la Conselleria. | Jaume Morey

El deporte no profesional ve la luz al final del túnel tras apaciguarse el desencuentro que mantenían las instituciones. La plataforma creada entre Consejo Superior de Deportes (CSD), las comunidades autónomas, las Federaciones deportivas, la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), el COE y el CPE y los organizadores de competiciones, alcanzaron este miércoles a última hora «un principio de acuerdo sobre el protocolo de retorno de las competiciones no profesionales de ámbito estatal».

El pacto llegó apenas 24 después de que el CSD descartara una hoja de ruta común por los diferentes puntos de vista sobre los test y el acceso de público a los eventos deportivos.

De hecho la consellera de Afers Socials y Esports, Fina Santiago, dirigió este miércoles por la tarde una carta al ministro de Cultura y Deportes, José Manuel Rodríguez Uribes, donde negaba haber roto las negociaciones. La misiva expresaba el «malestar» por una situación en la que el CSD se desentendía del protocolo común que debe regir las ligas en las que competirán, entre otros, el Atlètic Baleares, el Palma Futsal, el Palmer Alma Mediterránea Palma, el Urbia Palma o el ConectaBalear Manacor.

Consenso

El CSD señala que este miércoles por la tarde «se han alcanzado compromisos sobre los aforos y el procedimiento a seguir para incorporar el criterio sanitario respecto a las pruebas de detección de la Covid-19. De este modo, se ha conseguido consensuar el texto completo».

«Se trata de un acuerdo histórico por su alcance y dimensión y por todos los actores e instituciones que han sido involucrados. Sin duda, su relevancia es aún mayor en base a la coyuntura inédita y especialmente negativa que propicia la pandemia», concluyó el comunicado del Consejo.

Posturas

El primer punto de conflicto en la negociación había surgido por las pruebas de coronavirus. Para el CSD resultaba indispensable la realización de controles, como mínimo, antes del inicio de las competiciones, y después, con carácter aleatorio y reiterativo, pero inicialmente observó que las sensibilidades «en este ámbito son distintas a las que tienen las otras partes». El CSD se había comprometido a contribuir económicamente a la creación de un fondo que contara con el apoyo tanto de las comunidades como de las federaciones.

Otro aspecto clave para alcanzar el pacto era la presencia de público en las gradas. La última propuesta gubernamental permitía la presencia de hasta 1.000 espectadores al aire libre y 500 en espacios cerrados. «El Consejo entiende que, a la luz de los datos que arroja la pandemia, superar esos umbrales y favorecer más movilidad puede resultar perjudicial a la hora de detener la propagación de la COVID-19», expuso el CSD.

Cabe destacar que son las autonomías las que cuentan con la competencia en este ámbito -a excepción de las ligas profesionales-, por lo que los parámetros pueden diferir de la recomendación oficial. En cualquier caso, las medidas quedan sujetas a la evolución que presente la pandemia en cada uno de los territorios y se podría revisar de nuevo a partir del próximo 1 de noviembre.

Baleares quiere arrancar en el mes de octubre

La Conselleria d’Afers Socials i Esports mantiene su intención de retomar la competición en octubre y así lo trasladó a las federaciones deportivas de equipo de Baleares durante la reunión que tuvo lugar ayer en las instalaciones del Palma Arena. Esports pretende que la actividad se recupere el mes que viene aunque siempre con el matiz de que las condiciones sean las idóneas.