Marcelo Vieira durante sus declaraciones en Madrid. | Europa Press

El defensa brasileño Marcelo Vieira se ha despedido este lunes entre lágrimas del Real Madrid, «el mejor club del mundo» y donde ha militado los últimos 16 años, con un especial agradecimiento a Raúl González, su «ejemplo a seguir» como capitán, y ha asegurado que su marcha no le «asusta» porque «no es un adiós», ya que «no» siente que se vaya del club.

«Quiero agradecerte que tuvieses un detalle muy grande conmigo cuando llegué. Cuando nació mi hijo Enzo, tú me enseñaste mucho como capitán. Desde ahí empecé a verte como un capitán y como ejemplo. En el fútbol tenemos muchos ejemplos, y yo quise seguir el tuyo. Quiero agradecerte haber tenido un ejemplo muy bonito y muy fuerte, que has sido tú», señaló en el acto de homenaje y despedida en la Ciudad Real Madrid.

El ya exlateral blanco, que interrumpió en varias ocasiones su discurso por la emoción, también se acordó de todos los que han hecho posible su larga estancia en el equipo madridista. «Quería agradecer el cariño al club, a mis compañeros, con los que he tenido la suerte de jugar durante todos estos años; a los entrenadores, a los utilleros, que son como familia; a la gente que trabaja en la residencia, a la seguridad, a los que hacen el trabajo sucio... Nosotros solo nos dedicamos a jugar al fútbol, pero para jugar bien, tener la ropa y las botas limpias hay un trabajo detrás», manifestó.

«Gracias al Real Madrid, el mejor club del mundo, por poder disfrutar de esto. Estamos haciendo lo que nos gusta y tenemos todo para disfrutar. Me he despertado todos los días de mi vida con alegría y hoy no podía ser diferente; he jugado en el mejor club del mundo, he hecho historia con él, y he logrado que mis hijos vean que fui capaz de jugar en el mejor club del mundo», continuó.

Además, tuvo unas especiales palabras de cariño hacia su mujer, Clarice. «Quiero agradecer también a mi mujer, que ha estado a mi lado desde que empecé mi vida de futbolista. Me ha dado dos hijos maravillosos; tengo más hijos: perros, tortuga, gato, un zoológico», bromeó. «Hemos formado una familia juntos, y si soy lo que soy hoy y si tengo la fuerza que tengo, es por ti, Clarice», añadió.

Por otra parte, el brasileño explicó que cuando salió de Brasil tenía «en mente jugar en un equipo grande de Europa y jugar la 'Champions'». «Cuando fiché por el Real Madrid con 18 años, en mi cabeza pensaba que podía llegar alto, y hoy salgo de aquí siendo el jugador que ha ganado más títulos de la historia del mejor club del mundo», afirmó.

«Estoy muy feliz, salgo de aquí con la cabeza alta. La gente está muy orgulloso de mí, soy un afortunado. Todo lo que he conseguido ha sido con trabajo, con talento, pero también he tenido mucha suerte de que mucha gente me ha ayudado. No es un adiós, porque no siento que me vaya del Madrid. Si algún día no me dais una entrada, vais a tener un problema», dijo entre risas.

Por último, Marcelo mostró su optimismo con los próximos años del equipo madridista. «Cuando dije en el Bernabéu que podemos estar tranquilos con el futuro del Madrid, era verdad, el futuro del Madrid es muy prometedor, como ha sido siempre. He llegado aquí siendo un niño y me voy siendo un hombre», concluyó.

"LA ÚLTIMA FUE LA FINAL DE 'CHAMPIONS' EN LA QUE ME SENTÍ MÁS IMPORTANTE"

El director de Relaciones Institucionales del Real Madrid, Emilio Butragueño, que acompañó a Marcelo en la posterior rueda de prensa, reconoció que ha sido «un honor» haber conocido y haber contado con el brasileño. «Eres uno de los grandes mitos del Real Madrid, el jugador que más títulos has conseguido en la historia del club. Esta es y siempre será tu casa», aseguró.

Tras ello, el lateral volvió a tomar la palabra para asegurar que este ha sido su día «más feliz» como madridista. «He hecho todo lo que tenía que hacer y me voy muy feliz. Dejo un legado. Ver a los jóvenes jugando no tiene precio. Hoy es el día más feliz», afirmó. «Yo me siento un canterano del Real Madrid», dijo de manera contundente.

«He jugado mucho más tiempo del que no he jugado. He encontrado entrenadores especiales y buenos, no me he lesionado mucho... Cada entrenador tiene su filosofía. Esta temporada no he jugado casi nada, pero he visto que he sido muy útil no jugando mucho. Me cabreo mucho con Ancelotti, pero al día siguiente estamos dándonos besos y abrazos. Lo importante es hacer equipo; quería jugar mucho más, pero he visto a mis compañeros ganando una copa sintiéndome útil aunque no jugase la final», confesó.

Además, confesó que se sintió muy importante en la consecución de la última Liga de Campeones. «He ganado cinco 'Champions', he jugado las primeras cuatro y la última no, pero está fue la final en la que me sentí más importante. Tuve una charla de cinco minutos con Rodrygo en el banquillo, que me miraba asustado, y con Militao y Valverde antes del partido. Es muy bonito marcar un gol o dar una asistencia, pero lo más bonito fue la charla con los chavales, cuando quedaban cinco minutos para acabar el partido y estábamos todos abrazándonos, aunque no tocase el balón. Este es el legado que yo quiero dejar. Quiero que los jóvenes entiendan que todo es posible», declaró.

Sin embargo, explicó que no piensa qué hará en el futuro. «No pienso mucho en el futuro, vivo el momento. Es difícil dejar el club de tu vida, después de tantos entrenamientos, sufrimientos, lesiones, dando todo por el club... Haría lo mismo, volvería a entrenar con dolor. Ponerse esta camiseta es algo muy bonito. No me asusta el futuro. La historia está escrita ya, estoy muy contento conmigo mismo», expresó.

«No he pensado en retirarme, creo que todavía puedo jugar bien. Por el cariño que le tengo al Madrid, no habrá ningún problema con enfrentarme al Real Madrid. El Real Madrid me ha enseñado a ser muy profesional», expuso. «Estoy preparado para lo que viene. Soy profesional, soy alegre. Me voy, pero no siento que salga de aquí. En la vida hay muchos problemas, pero hay que intentar sonreír», continuó, y afirmó que su salida fue «consensuada».

En este sentido, se mostró bastante convencido de que no acabará en los banquillos. «Creo que no tengo capacidad para entrenar; nunca he entendido muy bien la táctica. No creo que sea entrenador. Puedo estudiar, pero no voy a tener las mismas ganas que tuve de ser futbolista», confesó.

Sobre las comparaciones con otro lateral histórico madridista como Roberto Carlos, Marcelo cree que su compatriota fue el mejor de la historia. «Nunca quise ser el sustituto de Roberto Carlos. Cada jugador tiene su historia, y para mí nunca ha habido un lateral como Roberto. Yo me llamo Marcelo y estoy haciendo mi historia», apuntó.