Roglic, ganador de las tres últimas pruebas, volvió a vestir ayer ‘la roja’. | Javier Lizón

Enric Mas (Movistar) se quedó con la miel en los labios en la meta de Laguardia y concluyó tercero una etapa ganada por Primoz Roglic (Jumbo Visma) y en la que Mads Pedersen (Trek-Segafredo) acabó segundo. El esloveno, rey de la Vuelta con tres títulos consecutivos, presentó las credenciales para seguir la racha dorada con un triunfo contundente en la cuarta etapa disputada entre Vitoria Gasteiz y Laguardia, donde se enfundó ‘la roja’, su prenda favorita.

A las primeras de cambio, en una tierra que le inspira, pues ha ganado 2 Itzulias, Roglic (Trbovlje, 32 años) dio el golpe de mano para ganar su décima etapa en la Vuelta, enfundarse la 37 camiseta roja en la ronda y dejar claro que está en forma, recuperado de su lesión del Tour y dispuesto a conquistar Madrid por cuarto año consecutivo. Roglic sigue vigente, ha vuelto.

Roglic entró a la refriega en un final disputado. Previamente coronó y bonificó 3 segundos en el Puerto de Herrera y al final sacó su demoledor remate. Superó a todos sus rivales con un cambio de ritmo brutal cerca de meta, que atravesó como ganador con un tiempo de 3h.31.05, a una media de 43,3 km/hora.

El latigazo apartó de su sombra a todos sus enemigos. Sin destrozos, pero el aviso fue serio. Superó, con el mismo tiempo, pero bonificando 10 segundos, a Pedersen y Enric Mas.

La Vuelta, ya en su territorio natural, salió de Vitoria, verde y luminosa, con el pelotón bajo un agresivo sol junto a la elevación de Mendizabala, conocida como ‘Monte de la tortilla’, lugar de fiesta y esparcimiento para los vitorianos. Antes de partir la Vuelta volvió a pedir respeto para los ciclistas que salen a las carreteras. Se guardó un minuto se silencio por los fallecidos tras ser atropellados en Castellbisbal el pasado día 21.

En la última subida al centro de Laguardia, donde los rematadores estaban citados. Movistar movía sus fichas por si Valverde encontraba fuerzas para volver por sus fueros. Atacó el colombiano Chaves antes del último kilómetro, pero los hombres de Roglic tapaban las goteras como podían.

Otra exhibición del rey de la Vuelta, campeón olímpico de crono, de la Lieja, con 10 etapas en España, 3 en el Tour y otras tantas en el Giro. Un aviso. Roglic no estaba muerto, estaba de parranda. En Laguardia, sin necesidad de beber vino, se pegó la primera fiesta. Roja como el vino, la casaca de líder se le ajusta de maravilla.

Incidente con un aficionado

Enric Mas sufrió un incidente tras la etapa cuando un ‘aficionado’ le llamó «paquete». El ciclista se dio la vuelta y le dijo quién había sido y le preguntó si «alguna vez te han dado una hostia. Con esa cara de tonto que tienes...».

Antes del alercado, Mas había dicho estar contento «después del Tour y hoy (por ayer) estar ahí con Roglic y Pedersen. Estos primeros días de la Vuelta, con el equipo y con Alejandro Valverde disputando la última Vuelta a España, estoy disfrutando y creo que va a ir bien de aquí hasta el final», dijo el segundo clasificado en las ediciones de 2018 y 2021.