El FC Barcelona salvó un empate (3-3) este miércoles ante el Inter de Milán que le deja con muy pocas opciones de llegar a octavos de final en la Liga de Campeones, un desastre azulgrana que no es matemático pero que hace tambalearse al proyecto de Xavi.

El cuadro culé mantiene un hilo de vida en la máxima competición continental gracias a un doblete de Lewandowski en los 10 últimos minutos. El Barça empezó por delante pero se descosió atrás y estuvo 1-2 y 2-3 abajo, eliminado de manera matemática hasta que un cabezazo del polaco en el 92' aferró a los catalanes al Grupo C.

El aficionado culé parecía estar ya curado en espanto pero el conjunto azulgrana le dedicó este miércoles un capítulo que tardará en digerir. Era el grupo de la muerte, pero también la ambición y la ilusión estaban por las nubes. La cuarta jornada traía una 'final' y el Barça no supo manejarla, lleno de errores y falto de autoridad.

El partido ya pintaba mal por el problema defensivo de los de Xavi Hernández. Entre los muchos fichajes, el de Terrassa vio reforzada esa línea para su intento de resucitar al club después de su última campaña en blanco, pero las lesiones de Koundé, Christensen y Araújo dejaron a un Barça sin cimientos, incapaz tampoco de guardar el balón para defenderse en momentos delicados.

La opción azulgrana pasaba por recuperar la mejor versión de Lewandowski y Dembélé, y lo logró después del milagro de Ter Stegen ante Dzeko. También la tuvo el Barça, bajó palos la sacó la zaga visitante en un saque de esquina, pero el Inter se sentía cómodo atrás y llegaba con peligro. La novedad de Sergi Roberto arriba empezó a funcionar al equipo de Xavi en un pequeño asedio.

Camino al descanso el Barça creció y, con la fe de Rapinha, apareció Dembélé en área pequeña para hacer el 1-0. El Inter pidió la hora mientras los de Xavi iban con todo por momentos. Solo fue un espejismo, porque el cuadro culé no tenía ni control, ni seguridad atrás en un ida y vuelta que enmudeció a 90.000 personas.

El Barça perdió intensidad con el paso por el vestuario y, en el 50', Barella se coló a la espalda de Piqué para hacer el 1-1. La presión maniató el juego de los de Xavi, achicando balones y Ter Stegen haciendo milagros hasta que Lautaro Martínez hizo el 1-2, en un gran fallo de Busquets. Al Barça le quedaba media hora pero cada jugador hacía la guerra por su cuenta.

Dembélé no decidió bien, sobre todo la que pudo regalar a Ansu Fati, y fue Lewandowski quien tiró del carro. El ex del Bayern marcó uno, anulado en fuera de juego, y otro, un 2-2 con 10 minutos por delante que de nuevo regaló en defensa el Barça, sin bajar ante un Lautaro que se la dio a Gosens para el 2-3. El '9' azulgrana volvió a salvar la eliminación matemática con un cabezazo portentoso.

En el largo descuento, no hubo más milagro y el equipo de Xavi se queda con 4 puntos, por los 7 del Inter y 10 del Bayern, obligado a ganar los dos partidos que quedan y esperar algún favor. Una situación dramática para un Barça que ansiaba volver a ganar en Europa, crecer con un nuevo equipo que nace tocado.