Sancho Lyttle y Sandra Pirsic, compañeras de equipo la pasada temporada, luchan por el balón.

El Palacio de Congresos de Ibiza encajó una derrota lógica y previsible ante el Perfumerías Avenida (55-69). Previsible porque, a pesar de la buena voluntad que le podía echar el conjunto ibicenco, entre uno y otro equipo media todo un abismo; el que va de ocupar la segunda posición y optar a todo tanto en la competición doméstica como continental, en el caso de las salmantinas, a tener que luchar contra viento y marea para eludir un descenso que cada vez está más cerca, en el de las ibicencas.
El conjunto charro tiene, además, una jugadora que marca diferencias. Hablo, claro está, de Sancho Lyttle. La ex del PDV regresaba ayer por primera vez a la que fue su casa durante tres años y, pese a sus problemas en la espalda y a que ayer jugó bastante poco, hizo lo que quiso: 19 puntos, 7 rebotes y 24 de valoración en apenas 17 minutos. Tampoco era que importase mucho que Lyttle, la mejor jugadora de la Liga Femenina, no estuviese en la pista y que Silvia Domínguez y Le'coe Willingham tuvieran también una presencia casi testimonial en el partido, pensando ya en el doble enfrentamiento de los cuartos de final de la Euroliga que juegan el martes y el viernes ante su gran rival, el Ros Casares. El Perfumerías Avenida, tal y como lo definió el propio Jordi Fernández hace un par de días, es como el Real Madrid y, a falta de sus grandes estrellas, puede recurrir a otras no tan rutilantes pero igual de efectivas como Alba Torrens, elegida recientemente la mejor jugadora joven de Europa, Isa Sánchez, Podkovalnikova o Xargay.
El equipo ibicenco, por su parte, hizo lo que pudo, que tampoco fue mucho. Sólo aguantó en el marcador durante los primeros ocho minutos, hasta que dos triples consecutivos de Sánchez y Willingham cerraron el primer cuarto con un 13-22 que ya presagiaba un resultado claramente desfavorable para las de casa, que nunca creyeron en la posibilidad de la victoria. El segundo cuarto confirmó esa sensación y el partido pasó a ser un paseo militar para las salmantinas, que no tardaron en marcharse en el marcador y acercarse casi a los 20 puntos de diferencia (23-42, minuto 19).

Un ensayo
El segundo tiempo, ante tanta superioridad visitante, prácticamente sobró y sólo los triples de Infante levantaron algo el ánimo de los aficionados locales. El Perfumerías Avenida tenía ya la mente puesta en el enfrentamiento ante el Ros Casares, en la que ambos equipos se juegan la posibilidad de entrar en la Final Four de la máxima competición continental. Por eso, Jordi Fernández optó por dar descanso a sus habituales y echar mano del banquillo. Eso hizo que, por ejemplo, Lyttle fuera una mera espectadora durante todo el último cuarto, precisamente el peor de su equipo (21-12 de parcial). El Palacio, mientras tanto, también piensa en otra final; en este caso en su visita el sábado a un rival directo por la permanencia como el Real Canoe.