La juez Martina Rodríguez, titular del juzgado de lo Penal número 2 de Eivissa, ha considerado probado que el hostigamiento y menosprecio de un joven de Vila contra su pareja, con la que compartía un hijo de corta edad y a la que terminó echando de casa, es la causa de al menos cuatro intentos de suicidio que sufrió la víctima en un mes.

El acusado, que supuestamente coaccionaba a la víctima diciéndole que la iba a matar si intentaba llevarse a su hijo, ha sido condenado por estos hechos a 17 meses de prisión por delitos de maltrato y amenazas, así como a penas de alejamiento en incomunicación por un periodo similar. Según la información recogida por este periódico, la sentencia está pendiente de recurso ante la Audiencia Provincial por la defensa.

La magistrada confirma en su sentencia que la mujer fue víctima de una relación tormentosa desde sus inicios en octubre de 2008 hasta febrero de este año.

«Despótico»

Según la juez, ésta siempre estuvo presidida por «el fuerte y despótico carácter del acusado, que insultaba reiteradamente a su compañera con insultos como puta, zorra o retrasada». Los supuestos menosprecios alcanzaban otra escala cuando éstos, además, venían acompañados de abandono y presuntas infidelidades de pareja. La misma decisión judicial estima cierto que el hombre le decía a la mujer que «no servía para nada y que ya se iría a follar con otras».

La juez argumenta su resolución condenatoria no sólo en el testimonio «sin fisuras» de la denunciante sino también en informes médicos, entre ellos uno de Urgencias, en el que se valoraba que su problema era debido a «un conflicto con la pareja».

Convicción

«Pocas veces, al ver y oír una declaración, permite formar convicción condenatoria como en el presente caso. Tanto la seguridad mostrada, pese a la angustia que se evidencia, y el dolor que se refleja, como la ausencia de fisuras en el relato (...), goza de tal verosimilitud la declaración de la víctima», resuelve la juez.