Una de las piezas sobre el trabajo en ses Salines. | Marco Torres - MARCO TORRES

Viejos aparejos, múltiples artes de pesca, recuerdos de la maquinaria con la que se extrajo la sal de los estanques de ses Salines e instrumentos musicales de la más variada factura, todo ello acompañado de numerosas fotografías antiguas que muestran cómo era la vida en las Pitiüses tiempo atrás.
El Museu d'Etnografia d'Eivissa, situado en la finca de Can Ros, en el Puig de Missa de Santa Eulària, abrió ayer al público tres nuevas exposiciones temporales que podrán contemplarse hasta el próximo 20 de diciembre.
De los tres montajes, quizás sea Sal i Saliners la que más llama la atención del visitante. Es esta una muestra que refleja la evolución y algunas de las peculiaridades de la que fue una de las principales, si no la principal, industrias de la Isla. Un trabajo duro y pesado, como reflejan los paneles con imágenes históricas de gran tamaño, pero en el que no faltó la aplicación de algunas innovaciones, como el uso de vagonetas (la muestra presenta una cuidada maqueta de uno de estos convoyes) para cargar el mineral.
Arar la mar
El Museu también inauguraba ayer una muestra denominada Origen i Evolució de la pesca a les Pitiüses, una exposición que recoge algunos de los instrumentos fundamentales de una profesión igualmente dura que la de la salinera, pero infinitamente más peligrosa.
En esta muestra se recogen gran variedad de aparejos de las diferentes artes usadas para la pesca a la traïnya (pesca nocturna con faroles) o al bou (pesca de arrastre originalmente ejecutada con dos barcas).
Pero las nuevas exposiciones no sólo recogen facetas del trabajo de los pitiusos. Instruments de música tradicional recoge un amplio muestrario de flaütes, tambores y otros instrumentos imprescindibles en el folclore ibicenco. Además, la muestra incluye algunas piezas, parte de la colección de Carmen Tur, procedentes de otros lugares pero que están emparentadas con las locales, como el txistu vasco o el chiflo aragonés.