La propietaria de la tienda de trajes de novias y comuniones Carol's Novias, Pepa Bonet, confiesa que ha notado un descenso en las ventas de alrededor del 40% con respecto a otros años, aunque asegura que este no es el motivo por el que va a cerrar la tienda, que lo hubiera hecho de todas maneras y que la crisis no ha afectado en nada. «Quizás una de las cosas que más ha influido en la decisión es que nadie de la familia quiera seguir con el negocio», reconoce Bonet quien afirma que, ya lo tenía pensado desde hace varios años y ahora ha visto el momento de cerrar.
Lo que sí que ha notado la propietaria de esta tienda de novias es que al ver los carteles de liquidación en el escaparate, la gente se ha animado mucho a entrar, a informarse sobre precios y a comprar bastante. «De hecho ya he liquidado más de la mitad de los trajes que tenía en menos de cuatro meses y apenas queda ya nada», señala sorprendida.
En cuanto al tipo de clientela que ha asistido a su tienda, Bonet recuerda que ha habido de todo, desde gente a la que no le ha importado gastarse lo que cuestan los vestidos, hasta otra que ha llevado un presupuesto más ajustado. «Sin embargo, algo que he notado por lo general a lo largo de estos años es que para este tipo de compras, como son los trajes de novia que suelen realizarse una vez en la vida, la gente no escatima y siempre tiene dinero. Aunque también han venido chicas que no se querían gastar más de 500 euros».
En cuanto a las cantidades de dinero que se suelen gastar las novias, en Carol's Novias, asegura Bonet que oscilan entre los 2.000 y los 3.000 euros. «La actual coyuntura económica no ha sido un motivo para que las firmas con las que trabajamos, que son Sant Patrick y Pepe Botella, bajaran sus precios. Siguen igual, cobrando las miscas cantidades», indica.
Otro tipo de vestidos con los que ha trabajado Pepa Bonet son los de comunión en los que los precios han oscilado entre los 400 y los 750 euros «con todos los complementos incluidos». Para estos vestidos, reconoce la propietaria de esta tienda, «la gente mira más los precios porque al fin y al cabo se trata de niñas y no es lo mismo que una boda».