Momento del ingreso en prisión de Jaume Matas el pasado 28 de julio. | LA SEXTA

El expresidente balear Jaume Matas permanece en una celda hospitalaria del módulo de la enfermería del Centro Penitenciario de Segovia desde que hace un mes, el 28 de julio, ingresó en prisión para cumplir nueve meses y un día de cárcel por tráfico de influencias en el caso Palma Arena.

Según fuentes penitenciarias, desde el pasado 6 de agosto el también exministro de Medio Ambiente tiene de compañero a José Antonio Díaz Villanueva, auditor de la firma M&A que avaló las cuentas de la compañía de redes wifi Gowex.

Además, el tercer ocupante de la celda especial para enfermos es un interno de apoyo, de confianza de la dirección, tal y como prevé el Protocolo de Prevención de Suicidios (PPS), que le acompaña en las zonas comunes y en los trayectos a la celda, cuando se realizan en horario destinado a otra actividad.

En el módulo de enfermería Matas hace vida normal y mantiene un trato afable con los funcionarios y con el resto de ingresados, aunque al principio tuvo problemas debido a sus dificultades de audición, tras haber sido sometido a una intervención para efectuarle un implante coclear.

Matas lleva su encarcelamiento «bien y tranquilo», aunque aquejado por sus problemas de salud en el oído, ha precisado su abogada, Pilar Gómez Pavón.

El exministro eligió personalmente la prisión de Segovia para cumplir condena por su cercanía a Madrid, donde tiene fijada su residencia familiar, y porque necesita un tratamiento médico por el oído y porque, «al ser una cárcel pequeña, era más fácil», ha detallado la letrada.

«He hablado con él, está tranquilo y está bien. No es el mejor sitio para estar, obviamente, pero está bien y tranquilo», ha asegurado Gómez Pavón, quien ha añadido que está recibiendo tratamiento para su dolencia.

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Matas todavía no ha sido clasificado por Instituciones Penitenciarias y su abogada esperará a la decisión que adopte la Junta de Tratamiento de la prisión respecto a la posibilidad de que se le conceda el segundo o el tercer grado penitenciario.

Este último caso le permitiría cumplir la condena en régimen de semilibertad y pernoctar en su casa de Madrid.

Un representante de la Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (ACAIP), afiliado a la Unión Sindical Obrera (USO), mayoritario en el centro penitenciario segoviano, ha señalado que no existe trato de favor con Matas, cumpliéndose la legalidad en cuanto a horarios, participación en actividades y comunicaciones.

Juegos de tablero, incluido el parchís, así como lectura de libros, ocupan el tiempo de Matas, junto a algo de deporte, como carreras en el patio, frontenis y algunas pesas.

Ha recibido la visita de su esposa, con quien viajó a bordo del vehículo que le condujo a la prisión, acompañados por otros miembros de la familia, aunque sólo se bajó el conductor, su hijo Jorge, para entregarle dos bultos con los que el expresidente balear entró rápidamente a la recepción del centro hará mañana justo un mes.

En julio de 2013, el Tribunal Supremo rebajó a 9 meses y 1 día de prisión la condena contra Matas en la primera pieza del caso Palma Arena que fue a juicio por beneficiar fraudulentamente con dinero público al periodista que le escribía los discursos, Antonio Alemany.

El centro penitenciario en el que se encuentra Matas, inaugurado en 2000 por el entonces ministro de Interior Jaime Mayor Oreja, cuando Matas pertenecía también al Ejecutivo de José María Aznar, se encuentra en medio de un campo, a seis kilómetros de la capital segoviana, en el término del barrio incorporado de Perogordo.