La portavoz del grupo parlamentario del PP, Mabel Cabrer, ha insistido hoy en que se utilizarán «todos los mecanismos jurídicos para que se siga implantando progresivamente el trilingüismo» en el sistema educativo de las islas porque lo considera «fundamental, básico y esencial».

«Nosotros seguiremos trabajando para que se implante definitivamente el trilingüismo», ha afirmado Cabrer, informa el PP. La diputada del PP ha defendido que el trilingüismo ha funcionado el primer año «de forma perfecta», a pesar de que «los radicales de la izquierda decían que sería un fracaso».

Cabrer ha lamentado que «en un momento donde se debería de apelar a la tranquilidad, el PSOE y en particular su portavoz, Francina Armengol, actúe como una radical incendiaria».

Para Cabrer es «incomprensible» que el Partido Socialista, que «debería ser una alternativa», tenga una oposición tan «radical», algo que la portavoz sólo entiende «por su extrema defensa del modelo de inmersión en catalán».

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Además, ha criticado que adopte la actitud de ser «la más radical de los radicales», cuando «sabe que la suspensión del trilingüismo en Baleares es por una cuestión de forma y no de fondo».

Para Cabrer, lo único que pretende la líder socialista es «generar alarma, mentir y situarse en el ala más radical en contra de un modelo educativo básico en una comunidad turística» como Baleares.

Para la portavoz, Armengol actúa «de Hooligan al oponerse a este sistema y generar alarma entre la sociedad».

La portavoz del grupo parlamentario del PSIB ha exigido hoy al presidente del Govern, José Ramón Bauzá, que «dé la cara» ante la suspensión del TIL por parte del TSJIB, destituya a la consellera de Educación, Joana Maria Camps, y negocie personalmente con la comunidad educativa cómo afrontar lo que queda de curso.

Según Cabrer, las sentencias y autos judiciales dictados que anula el decreto de implantación del tratamiento integrado de lenguas (TIL) y la orden que lo desarrolla «reconocen la necesidad de que los niños sepan inglés porque, por un lado, lo exige la Unión Europea, así como el mercado laboral y porque es imprescindible» para el sistema educativo balear.