Un rótulo de un comercio escrito en castellano. | J.T.

La obligación de rotular los comercios de Balears en catalán desaparece con la nueva Ley del sector, que ayer aprobó el Parlament. Cuando esta entre en vigor, con su publicación al BOIB, la decisión quedará exclusivamente en manos del propietario.

El Govern ya había anticipado que no consideraba competencia suya discernir la lengua de relación entre comerciante y cliente, y finalmente han sacado del articulado esta obligación –presente desde los tiempos del gobierno del Pacte-, que preveía sanciones por aquellos establecimientos que sólo se presentaran en castellano.

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Concretamente, el texto que el Consell de Govern envió a la Cámara aseguraba que el proyecto «se centra en la actividad en sentido estricto, dejando fuera otras cuestiones como las lenguas en que se pueden rotular los establecimientos o atender el público».

El conseller Joaquín García destacó el apoyo que tiene la nueva norma entre los representantes del sector, que sirve para regular la declaración de zonas de gran afluencia turística, da una nueva definición de grandes superficies comerciales, restringe y controla la venta ambulante y obliga a aprobar un plan director de comercio.