Laura Camargo y Alberto Jarabo, en una imagen de archivo. | Jaume Morey

La portavoz del grupo parlamentario de Podemos, Laura Camargo, ha admitido este martes que el actual «puede ser que sea un momento de enfriamiento» entre su partido y los que forman el Govern (PSIB y MÉS) debido a las discrepancias por el impuesto turístico y la creación de la facultad de Medicina de la UIB.

Camargo se ha mostrado decepcionada, en declaraciones a la prensa en los pasillos del Parlament, que este lunes, tras casi seis horas de reunión con PSIB y MÉS, no se haya llegado a un acuerdo que permita que Podemos dé soporte al proyecto de ley del impuesto a las estancias turísticas.

Por ello, Podemos se abstendrá en el debate de las enmiendas a la totalidad de devolución a la ecotasa que presentan PP y Ciudadanos en el pleno del Parlament de este martes, como un primer paso en la tramitación parlamentaria del impuesto sobre estancias turísticas.

«Puede ser que sea un momento de enfriamiento entre nosotros porque nuestra voluntad negociadora ha estado presente, nunca la hemos perdido de vista», ha insistido Camargo, que ha detallado que la principal discrepancia con PSIB y MÉS sobre la ecotasa se basa en la distribución territorial de la recaudación.

«Debemos ver cómo salimos de una situación en la cual tenemos dos frentes que nos alejan de las posiciones que deberían ser comunes para el bien de la ciudadanía», ha recalcado la portavoz parlamentaria.

Ha apuntado que este miércoles se aprobará en la Universidad de las Islas Baleares la creación de la Facultad de Medicina «en contra de la voluntad de Podemos», que da soporte al Govern y tiene diez diputados.

No obstante, ha precisado que para no bloquear el impuesto turístico y con el objetivo de seguir negociando para llegar a un consenso sobre territorialidad su grupo parlamentario no votará a favor de la retirada del proyecto de ley.

No obstante, la diputada de Podemos ha calificado de una «irresponsabilidad» que en el encuentro de ayer se haya planteado que parte de la recaudación del impuesto turístico se destine a la financiación de la renta social garantizada.

Podemos defiende que el impuesto turístico sea un verdadero tributo ecológico y «verde», y considera indispensable la distribución territorial en función de varios factores, entre ellos la huella ecológica, el número de habitantes, visitantes, la extensión territorial, así como el nivel de protección del paisaje.

«Después de la reunión de este lunes no nos encontramos en una situación cómoda y por eso manifestamos públicamente nuestra voluntad de continuar negociando», ha precisado Camargo.