El resurgimiento del consumo de heroína en Estados Unidos (EE.UU.) es ya una pandemia que amenaza con repetirse en muchos países de Europa, han advertido este martes los expertos de la Federación Mundial de las Comunidades Terapéuticas en la reunión preparatoria del congreso que mantendrá en Palma, en noviembre. | Joan Torres

El resurgimiento del consumo de heroína en Estados Unidos (EE.UU.) es ya una pandemia que amenaza con repetirse en muchos países de Europa, han advertido este martes los expertos de la Federación Mundial de las Comunidades Terapéuticas en la reunión preparatoria del congreso que mantendrá en Palma, en noviembre.

Los datos de la Encuesta Nacional Sobre el Abuso de Drogas y la Salud de EE.UU. que maneja este grupo internacional de expertos, el aumento del consumo de heroína, droga que se introdujo por primera vez en la sociedad estadounidense durante la década de los sesenta del pasado siglo con la Guerra de Vietnam, ha incrementado un 286 por ciento la tasa de mortalidad por sobredosis en una década.

El representante de la Federación Mundial de Comunidades Terapéuticas en Naciones Unidas, Ronald Williams, ha alertado con motivo de la presentación de la agenda del próximo encuentro internacional que mantendrá esta organización, de que la adicción a la heroína es hoy una pandemia.

«Necesitamos apoyo de todas las instituciones para poder educar a la sociedad y erradicar el problema», ha indicado Williams, fundador del New York Therapeutic Communities (Comunidades Terapéuticas de Nueva York) y vicepresidente de la organización que celebrará su congreso mundial en Palma el próximo noviembre.

La doctora estadounidense especializada en el tratamiento de adicciones Sushma Taylor ha explicado en rueda de prensa celebrada en Palma, que el bajo coste de la heroína en las calles de ciudades de Estados Unidos y el aumento del precio de analgésicos, están relacionados directamente con el veloz aumento del consumo de esta droga elaborada con opio y diversos compuestos químicos.

«El aumento del precio (de los analgésicos) ha hecho que muchos pacientes no puedan comprarlos y por eso, principalmente la clase media utiliza la heroína como un sustitutivo de esos medicamentos», ha apuntado la doctora Taylor.

«Este problema llegará a Europa», ha advertido Taylor.

De forma similar se ha manifestado, Michael Harle, directivo de la Federación Mundial de Comunidades Terapéuticas, quien ha dicho que desde Estados Unidos se está pasando el problema a otros continentes, incluido Europa.

La Encuesta Nacional sobre el Abuso de Drogas en EE.UU. revela que las probabilidades de la persona a quedar enganchada a la heroína se dispara cuando es una habitual consumidora, con receta médica, de analgésicos opioides, un caso cada vez más común en Estados Unidos.

Este aumento de la demanda de sustancia adictivas para combatir el dolor va, según ha apuntado el experto italiano Paolo Merello, en paralelo a la cada vez más extendida actitud de no afrontar esta sensación molesta.

«Vivimos en una sociedad que a la mínima sensación de dolor tomamos analgésicos», ha añadido Merello.

El presidente de la organización Proyecto Hombre, Tomeu Català, ha explicado que la misma problemática que la que hay en Estados Unidos está surgiendo en España.

«Se está notando un aumento del consumo de heroína pero lo tapa con el consumo de cocaína», ha señalado Català, anfitrión de la reunión preparatoria celebrada en la capital mallorquina por la Federación Mundial de Comunidades Terapéuticas.

Está previsto que unos 300 expertos en la contención del abuso de drogas y su tratamiento se reúnan en Palma bajo el paraguas de la Federación Mundial de Comunidades Terapéuticas para examinar las nuevas amenazas que plantean las drogas en la sociedad e intercambiar conocimientos y estrategias para combatirlas.

La mayor parte de la heroína que se consume actualmente en los EE.UU. procede de Afganistán, Birmania (Myanmar) y, de Colombia y México, países de Latinoamérica también exportadores de cocaína.