Un trabajador selecciona vidrios en la planta de selección de Tirme que después se reciclarán en la Península. | Brian Hallett

El Govern quiere que los ciudadanos que devuelvan los envases vacíos en los establecimientos de compra recuperen una pequeña parte de su coste. Se trata de un sistema de depósito, devolución y retorno (SDDR) que funciona ya en muchos países europeos y que el Ejecutivo planea incluir en la ley de residuos que prepara para el primer semestre de 2017.

El sistema, que aún no tiene calendario de implementación y que está por ver si llega a impulsarse porque la ley está en una fase muy inicial, sería complementario a la recogida selectiva y significaría que las empresas asumieran la devolución del dinero. Los puntos de compra y retorno de envases, por otro lado, se quedarían una parte. Aunque existen diferentes mecanismos para ponerlo en marcha, es habitual incluir en estos sistemas materiales como el vidrio o las botellas de agua y excluir otros, como los teatrabrik o los botes de jabón. Una vez aprobada la ley, los planes directores sectoriales de residuos desarrollarán los detalles para adaptarlos a las características de cada isla.

Otros aspectos

Incluir los residuos orgánicos en la recogida selectiva, acabar con la importación de basura y con la exportación de biomasa, así como regular la gestión de tierras contaminadas y residuos peligrosos son algunos de los aspectos que el Govern espera incluir en la nueva ley, incluida en los acuerdos de gobernabilidad del Pacte.