Los ánimos en el colegio público Anselm Turmeda, de Son Roca (Palma), van en aumento. «Mientras no expulsen a los agresores de la niña, no llevaremos a nuestros hijos al colegio. Esta gente ya no debería haber asistido este lunes», afirmaba una madre a los medios de comunicación concentrados en la puerta del centro escolar. «He traído a mi hija y cuando he visto a los supuestos agresores he decidido llevármela», apuntaba otra madre. La tensión e indignación se apoderaba de algunos padres que no dudaron en exigir la expulsión de los menores agresores y la dimisión de la junta directiva del colegio.

Por otra parte, Melisa Suero, la hermana de la niña que la pasada semana recibió una paliza, aseguró este lunes que tres días antes de registrarse la brutal agresión, su madre advirtió a la directora de la escuela que sus hijas estaban siendo objeto de amenazas.

Durante toda la mañana de este lunes, varias unidades del Cuerpo Nacional de Policía y de la Policía Local de Palma controlaron los accesos al colegio y se aseguraron de que no se produjeran altercados.

Por su parte, el Govern balear envió a un inspector de educación para que redacte un informe de todo lo sucedido y así tomar las medidas disciplinarias correspondientes.